El inquieto periodista, con más tics nerviosos que un chihuahua, Rubén Sánchez, tiró al medio un error que cometió la escolta de la gobernadora Jenniffer González, al llegar hasta los estudios de la emisora WKAQ 580, a pesar de que la entrevista había sido cancelada previamente.
Sánchez explicó que el segmento del “Junte Ejecutivo”, que tenía otro nombre pero que el periodista cambió por su cuenta, no se llevaría a cabo por tercer martes consecutivo. La gobernadora, en realidad, solo ha asistido una vez.
“Se supone que hoy era el Junte Ejecutivo, con Mónika Candelaria, Jenniffer González y yo, aquí los martes a las 7:30. No vino la gobernadora, pero la escolta llegó aquí, la escolta estaba aquí y nosotros tuvimos que decirle que ella no viene”, expresó el periodista.
Al parecer, la comunicación en Fortaleza está tan desorganizada que ni los escoltas se enteran de lo que está pasando.
Posteriormente, Rubén Sánchez decidió hacer la entrevista a la silla vacía donde se suponía que la gobernadora se sentara. Entre las preguntas que realizó el periodista estaban su opinión sobre el conflicto —o falta de conflicto— con Thomas Rivera Schatz. Igualmente, cuestionó si aún mantiene sus nombramientos para ocupar las vacantes del Departamento de Estado y el Departamento de Justicia.
Sin embargo, estas preguntas no pudieron ser respondidas, ya que, al parecer, la gobernadora se quedó dormida y no quiso ir al estudio de WKAQ a escuchar los cánticos de Janet Pérez Brito, ni ver a Veronique Abreu Tañón practicando para el nuevo programa de baile de WAPA TV.