La Iglesia Católica ha tenido muchas primeras veces, pero esta podría ser una de las más curiosas. En un evento del Año Jubilar, el Papa León XIV, ya famoso por ser fan del Wordle y por sus posturas sobre la inteligencia artificial, protagonizó una escena digna de un episodio de Pokémon.
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Y es que se convirtió, sin querer, en el primer pontífice de la historia en tener —y autografiar— una carta Pokémon.
Un regalo con truco: Popplio para el Papa
Todo comenzó en Reino Unido, durante un encuentro con jóvenes católicos de la Diócesis de Copenhague. Uno de ellos, usuario de Reddit llamado ReptileCake, tuvo una idea brillante: regalarle al Papa dos cartas del Pokémon Popplio.
¿La razón? El nombre Popplio suena sospechosamente parecido a “Papa León”. Una coincidencia fonética digna de meme, que resultó mejor de lo esperado.
“¿Puede firmarme esta carta, Su Santidad?”
La escena fue casi mágica. ReptileCake entregó un Popplio brillante y bromeó con el juego de palabras. El Papa sonrió, compartió la carta con los guardias —aparentemente divertido— y, cuando le ofrecieron una segunda carta junto a un bolígrafo, no dudó: ¡la firmó!¿Una carta sagrada?
Ahora, surge una gran pregunta teológica: si el toque del Papa es una bendición… ¿esa carta firmada es una reliquia? ¿Un ítem legendario del Vaticano? Nadie lo sabe, pero las bromas sobre evoluciones bendecidas no se hicieron esperar.
Y ojo: no es la primera vez que el Vaticano cruza caminos con el mundo Pokémon. En el año 2000, el Papa Juan Pablo II defendió la franquicia asegurando que no tenía efectos negativos en los niños y fomentaba la amistad. ¿Esto quiere decir que la Iglesia lleva años en esto de los entrenadores Pokémon?
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No tiene precio (literal)
El joven fan afirmó que nunca venderá la carta. Está guardada bajo una funda protectora como si fuera un tesoro sagrado. Más allá del valor coleccionable, lo importante es la historia: un momento único, surrealista y adorable que mezcla fe, cultura pop… y mucha creatividad.
