Como era de esperar, la FIFA calificó como un éxito el reciente Campeonato Mundial de Clubes realizado en Estados Unidos ganado por Chelsea y que por primera vez contó con 32 equipos. Sin embargo, el evento desató críticas de jugadores, entrenadores y ligas.
Una de las voces más duras contra el torneo fue la del alemán Jürgen Klopp, exentrenador del Liverpool, quien dijo al diario alemán Welt am Sonntag que el Mundial de Clubes era “la peor idea que se ha puesto en práctica en el fútbol”.
A su vez, el presidente de la liga española, Javier Tebas, declaró durante el torne que “mi objetivo es que no haya más Mundiales de clubes. No hay fechas, no hace falta otra competición más…lo que hay que hacer es eliminarlo”.
A ellos se opuso el respetado exentrenador francés Arsène Wenger, actual Director de Desarrollo Global del Fútbol de la FIFA, quien dijo que “se necesita un Mundial de Clubes. Si se pregunta a todos los clubes que estuvieron aquí, el 100% de las respuestas serían que querrían repetirlo”.
En este escenario, parece que la FIFA tiene que responder a varias dudas antes de confirmar el segundo Mundial de Clubes con 32 equipos en junio de 2029, donde Brasil es uno de los principales candidatos para ser el país sede.
Estos son los principales cuestionamientos:
Sobrecarga de partidos para los jugadores
La principal crítica está relacionado con el exceso de partidos para los futbolistas de los equipos participantes, que en la mayoría de los casos llegaron al torneo luego de extenuantes temporadas, especialmente los europeos.
Un torneo de casi un mes en junio y julio acarrea además un problema para la temporada entrante, ya que muchos jugadores empezaron sus cortas vacaciones hace pocos días y equipos como el PSG, Real Madrid, Chelsea (los europeos que llegaron a semifinales), iniciarán la pretemporada mucho más tarde que el resto de los equipos de sus ligas. Además, al final de la temporada 2025-2026 vendrá el Mundial de selecciones.
La FIFA habló de un supuesto acuerdo de 21 días de vacaciones seguidos para los jugadores por temporada, pero Sindicato Mundial de Futbolistas alega que no fueron invitados a dichas negociaciones y exigen 28 días de descanso. Además, acusaron a Gianni Infantino, el presidente de la FIFA, de “creerse Dios”.
Sergio Marchi, presidente de FIFPro (Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales), acusó a la FIFA de tener “una lógica de rentabilidad económica, no de sostenibilidad humana”.
En una columna para The Athletic, el exinternacional alemán Philipp Lahm escribió que “pronto será poco realista esperar que las temporadas sean seguidas por largos descansos en el verano y el fútbol europeo tendrá que aceptar esto”.
El año pasado, el volante español Rodri del Manchester City advirtió sobre la saturación de partidos y dijo que los jugadores “estamos a punto de ir a la huelga”.
¿Qué pasará con el Mundial de Clubes si los jugadores realmente se ponen de acuerdo y le plantan cara a la FIFA?
Un formato poco competitivo
Los Mundiales de selecciones suelen ser más competitivos ya que son muchos países los que pueden presentar buenos equipos y jugadores, pero la reciente Copa del Mundo de Clubes demostró que el poder económico manda y que el talento se concentra en unos pocos equipos.
El mejor ejemplo es Argentina, campeona en Qatar 2022, pero sus dos equipos en el Mundial de Clubes (Boca y River) fueron eliminados inapelablemente en la primera fase, ya que las figuras del fútbol argentino están los principales equipos de Europa.
Además, clasificaron equipos amateurs como el Auckland City de Nueva Zelandia, campeón de Oceanía, que sufrió goleadas de 10-0 ante el Bayern Munich y de 6-0 contra el Benfica.
Ante tales diferencia, fue claro que el esfuerzos de muchos equipos no fue el mayor.
Bajo interés de los hinchas
Muchos equipos desconocidos incluso para hinchas promedio y más en un país poco futbolizado como Estados Unidos, conspiraron para una baja presencia de hinchas en las tribunas.
Solo se completó el 62% del aforo disponible en los estadios y hubo asistencias paupérrimas, como los 3.400 hinchas de Ulsan de Corea del Sur vs. Mamelodi Sundowns de Sudáfrica en Orlando.
Eso llevó a la FIFA a prácticamente rematar algunos tickets. El valor original para un boleto del encuentro de semifinales entre Chelsea y Fluminense en el MetLife Stadium de Nueva Jersey era de 473 dólares y fueron rebajados hasta $13.