No voy a roncar como en otros escritos. Ustedes ya saben quién es “El Gnomo”, y por eso saben que soy el rockero más caco que tú conoces. Hoy vengo a hablarles de lo que fue Ozzy para mí.
Desde niño me fasciné con un género musical que en mi familia no se escuchaba. AC/DC comenzó ese amor en mí por este género. Todo comenzó en un juego de PlayStation 2 llamado Tony Hawk Pro Skater 4. Tenía como 6 años cuando escuché “TNT” por primera vez y dije: “¡Anda pal c***jo! ¿Qué es esto?”
Una vez, la irresponsable de mi madre me llevó a un negocio en Manatí llamado Palmas Dos. Yo estaba j*** que te j***, que me quería ir. Mi tía sabía que me gustaba el rock y, para que yo dejara de molestar, me dijo: “Acompáñame al carro”, y me dio un disco.
En la portada, estaba la cara de este hombre de pelo largo y gafas redondas. El disco se llamaba Undercover, y ahí fue que escuché a Ozzy por primera vez en mi CD player.
Luego de eso me envicié con ese disco, pues Ozzy tenía una voz muy peculiar y unos tonos únicos. Era algo fuera de este planeta.
En esas navidades recuerdo que pedí CDs de Ozzy, y Santa le cumplió un deseo a un niño medio tosta’o. Recuerdo que me levanté corriendo hacia el árbol y abrí dos regalos cuadrados. En uno estaba Blizzard of Ozz, una carátula que a muchos padres les daba miedo porque pensaban que era “satánico”. En el otro estaba Paranoid, de Black Sabbath, y pensé: “¿Quién c***jo es Black Sabbath?”. No sabía que Ozzy estaba en una banda antes de su carrera de solista.
Esas navidades fueron bien especiales. Siento que este fue el comienzo de mi obsesión por la música. Aunque nunca aprendí a tocar ningún instrumento, puedo darle clases de historia musical a varios setentones.
Fui a su concierto en PR en el 2011, y fue el primer concierto al que fui en mi vida. Fue un concierto corto, pero yo estaba tan feliz de ver a mi rockero favorito en vivo. Gracias a esto, tuve que ir a ver a Air Supply cada vez que vinieron a PR. Ese fue el peor y mejor trato que hice con mami, ya que no me gustaba Air Supply, pero fue el trato que hice para que ella me llevara a ver al Príncipe de las Tinieblas.
Luego de Ozzy, conocí varias bandas que me gustan, pero siempre he puesto a Ozzy en una lista completamente aparte. Para mí él es Ric Flair de la música, o sea, el GOAT. Nadie logrará tanto en este género como este hombre. Nadie.
Ayer, miércoles, fue el funeral de Ozzy. Uno de los días más tristes para los hermanos metaleros. ¿Pueden decir lo que quieran de los rockeros? Que no se bañan, no se recortan y no pierden la virginidad hasta los 24 años, pues sí, todo eso es cierto. Pero no hay un grupo de fans más fieles a su música y a su corillo que unos rockeros. Al nivel que si ves a alguien con una camisa de una banda que te gusta, solo le tienes que decir: “Me gusta tu camisa”, y de ahí nace una amistad nueva que durará para siempre, aunque no tengas nada más en común con esa persona.
Ayer nos despedimos del mejor de todos los tiempos. Ozzy fue un hombre que dejaba su alma y su cuerpo cada vez que hacía un álbum o una presentación en vivo. Hoy nos despedimos de un ícono que marcó la vida de todos. Incluso los que no escuchan rock reconocen la cara de este hombre tan importante.
Ozzy dijo hace unas semanas que él creía que iba a morir en el escenario de su último concierto. Unos días más tarde, falleció. ¿Que eso no es lo más metal que han escuchado?
Ozzy dejó un boquete c*brón en el corazón de todos sus fans. Estuvo conmigo en las discusiones que tenían mis padres. Yo me ponía los audífonos con Ozzy a to’ volumen mientras ellos peleaban allá. Estuvo conmigo en mis primeras desilusiones amorosas (las canciones corta-vena de Ozzy están muy cbronas) y estuvo conmigo en momentos en que sentí que el mundo era mío. En fín Ozzy siempre ha estado ahí.
Ozzy literalmente salvó mi vida y me hizo ver que estaba bien ser el niño raro con pulseras de Hot Topic que me llegaban al codo. Me enseñó que estaba bien ser yo. Que estaba bien ser el loco que nadie entendía. Ozzy nos enseñó que ser un loco está bien, pero que amar está aún más c*brón.
Gracias por todo, Ozzy. Gracias por salvarle la vida a un niño de 8 años de Manatí, PR, y gracias por hacer que mi amor por el rock creciera aún más.
Long live the Prince of FOKIN Darkness. Long live OZZY OSBOURNE.
