Si tu portátil viene con apenas unas decenas de gigas y te pasas la vida borrando archivos, te presentamos un truco infalible: comprimir esas carpetas que consultas rara vez. Windows 10 y 11 incluyen soporte nativo para ZIP, y en un par de clics puedes liberar espacio sin renunciar a nada.
Te puede interesar: [Llega la memoria DDR5 este año: ¿Vale la pena actualizar rápidamente?]
Olvídate de apps extra y guarda tu tesoro digital optimizado.
¿Por qué comprimir y cuándo merece la pena?
No todos los archivos se comprimen igual:
- Documentos de texto (Word, Excel, PowerPoint) suelen reducirse hasta un 80 %.
- Instaladores y ejecutables también ganan un 50 – 70 % en espacio ahorrado.
- Fotos JPEG o vídeos MP4 resultan más rebeldes: apenas un 10 – 20 % de ahorro, porque ya vienen parcialmente comprimidos.
Si tienes carpetas con facturas, presentaciones antiguas, drivers o descargas olvidadas, comprimirlas es un atajo seguro para ganar gigas sin complicaciones.
Paso a paso: comprimir carpetas en Windows sin WinRAR
- Localiza la carpeta que quieres “adelgazar”. Abarca subcarpetas y su contenido.
- Haz clic derecho sobre ella y elige Enviar a → Carpeta comprimida (zip).
- Windows generará un archivo ZIP con el mismo nombre; puedes renombrarlo a tu gusto.
- Comprueba el tamaño final: si el ZIP es sensiblemente más pequeño, ¡éxito!
Con este método nativo no necesitas instalar nada: en solo un par de segundos tienes un backup ligero y transportable.
Cómo acceder y restaurar tus archivos
- Doble clic sobre el ZIP para abrirlo como si fuera una carpeta.
- Arrastra y suelta los archivos de vuelta a su ubicación original para descomprimirlos.
- Si solo necesitas un documento, no hace falta descomprimir todo: extrae solo lo necesario.
Este sistema te permite trabajar sin interrupciones, manteniendo tu unidad principal libre de “lastre” digital.
Consejos extra para exprimir cada giga
- Organiza primero. Separa carpetas “vivas” (trabajo activo, fotos recientes) de archivos “hibernados” (proyectos acabados, datos antiguos).
- Aplica contraseñas a tus ZIP si contienen información sensible (clic derecho → Propiedades → Avanzado).
- Programa limpiezas periódicas. Cada mes, revisa la carpeta “Comprimidos” y borra ZIP obsoletos o que ya no necesitas.
Te puede interesar: [10 accesorios para el USB-C que probablemente no conoces, pero necesitas]
Con unos pocos clics, Windows te ofrece un sistema de compresión fiable y rápido que te permite recuperar gigas en cuestión de segundos. Olvídate de pagar por almacenamiento adicional en la nube o comprar discos duros externos: aprende a comprimir inteligentemente y disfruta de un PC más ligero y ágil.