CARACAS (AP) — El gobierno de Venezuela planea reanudar negociaciones con el gobierno de Estados Unidos esta semana, anunció el lunes el presidente Nicolás Maduro, a menos de un mes de que se realicen elecciones en las que él y su partido enfrentan su mayor desafío en décadas.
Maduro, quien va por un tercer mandato, quiere que el gobierno de Estados Unidos levante las sanciones económicas que impuso la década pasada con el propósito de derrocarlo. Maduro calificó el diálogo de “urgente” durante su programa semanal de televisión.
El gobierno de Biden no respondió por el momento a una solicitud de comentarios de The Associated Press.
“He recibido la propuesta durante dos meses continuos del gobierno de los Estados Unidos para restablecer las conversaciones y el diálogo directo”, manifestó el mandatario venezolano. “Luego de pensarlo durante dos meses he aceptado, y el próximo miércoles se reinician las conversaciones con el gobierno de Estados Unidos para que cumpla los acuerdos firmados en Qatar y para restablecer los términos del diálogo urgente”.
Las elecciones del 28 de julio se perfilan como el mayor desafío al que se ha enfrentado el Partido Socialista Unido de Venezuela en sus 25 años de dominio, que comenzaron con la presidencia de Hugo Chávez. El partido pretende controlar todos los poderes del Estado durante seis años más, pero sus bases están divididas, mermadas y decepcionadas.
Diez candidatos participarán en las elecciones, incluido Maduro. El único aspirante con posibilidades reales de derrotar al presidente es Edmundo González Urrutia, que representa a la coalición opositora Plataforma Unitaria.
El año pasado, Maduro llegó a un acuerdo con la coalición opositora para mejorar las condiciones para tener elecciones libres y justas. Pero luego cambió de rumbo, cuando el meteórico ascenso de la líder opositora María Corina Machado se convirtió en una amenaza real para sus posibilidades de reelección.
Estados Unidos concedió a Maduro cierto alivio de las sanciones tras la firma del acuerdo, pero lo retiró cuando su partido siguió utilizando su control sobre todas las instituciones gubernamentales para inclinar la balanza, incluso bloqueando la candidatura de Machado.
También se impidió la postulación de la sustituta elegida por Machado. Ella y la coalición opositora apoyan ahora a González, un exdiplomático.