La zona de mal tiempo, que está siendo vigilada por el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) en Miami, podría convertirse en una depresión tropical en los próximos días.
Según el informe emitido a las 8:00 a.m., el disturbio no tiene ninguna posibilidad de desarrollo en las próximas 48 horas. No obstante, en el pronóstico a siete días, su potencial aumentó del 30 por ciento al 40 por ciento, situándose en un nivel medio.
“Se espera que las condiciones ambientales se vuelvan propicias para cierto desarrollo en uno o dos días, y podría formarse una depresión tropical hacia mediados de la semana mientras el sistema se encuentra cerca o sobre el norte de las Islas de Sotavento, las Antillas Mayores o el sudoeste del Océano Atlántico”, añadió la entidad en su boletín.
Del reporte se desprende, además, que se prevé que el área interactúe con una onda tropical.
Cabe destacar que la zona en color naranja no representa una trayectoria, sino el área donde podrían encontrarse condiciones idóneas para un desarrollo ciclónico.
Por su parte, el meteorólogo Robert A. Mitchell del Servicio Nacional de Meteorología (NWS, por sus siglas en inglés) en San Juan explicó que, hasta el momento, el pronostico apunta a que el sistema podría dejar lluvia sobre la región.
“No se puede decir (que Puerto Rico tendrá) impactos desde ahora porque todavía (la zona de mal tiempo) está bastante lejos. Lo que se está diciendo es que tiene potencial para desarrollarse mientras se acerca a la cadena de islas de las Antillas Menores”, dijo Mitchell en entrevista con Metro Puerto Rico.
“Nosotros lo que estamos pronosticando es que, si se acerca, tiene potencial para traer más lluvias a nuestra área comenzado desde el miércoles y puede durar hasta temprano el jueves o viernes”, sostuvo. “(El disturbio) tiene muchas cosas que puede confrontar como una vaguada, vientos cortantes y polvo (del Sahara). Hay que ver cómo se desarrolla mientras se traslada sobre el Atlántico tropical central, donde está ahora mismo”, agregó.
Mitchell solicitó a la población que revise su plan de emergencia y se mantenga alerta a las fuentes oficiales.
La temporada de huracanes en el Atlántico, que se extiende hasta el 30 de noviembre, alcanza su pico en agosto y septiembre.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) pronosticó que la temporada de huracanes de 2024 será “muy superior a la media”, con entre 17 y 25 tormentas con nombre. Se prevén hasta 13 huracanes y cuatro huracanes de categoría tres o mayor.
Good Sunday morning! As we head through the rest of the week, we'll be watching for the potential for a tropical depression to form near the Leeward Islands, Greater Antilles, or southwestern Atlantic.
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— National Hurricane Center (@NHC_Atlantic) July 28, 2024
¿Cómo prepararse para el impacto de un sistema atmosférico?
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) recomienda que todas las personas posean un plan de emergencia que incluya rutas de evacuación, un punto de encuentro para la familia y la ubicación de refugios cercanos.
De la misma forma, la entidad gubernamental exhorta a que las familias tengan un kit de emergencia con suministros de agua y alimentos no perecederos para al menos 72 horas, medicamentos, un botiquín de primeros auxilios, linternas, baterías adicionales y un radio de baterías o de manivela.
Asimismo, es esencial mantener documentos importantes a salvo en bolsas impermeables, incluyendo identificaciones, pólizas de seguro, información médica y registros bancarios.
Para proteger el hogar, FEMA sugiere la instalación de persianas de tormenta o paneles de madera para las ventanas, asegurando las puertas y el garaje, y revisando el techo para reforzar áreas vulnerables.
Otros consejos son:
- Mantener una lista de contactos de emergencia y comunicar sus planes de evacuación a familiares y amigos.
- Incluir suministros para sus mascotas en el kit de emergencia y asegúrese de identificar refugios que acepten animales.
- Tenga dinero en efectivo disponible.
- Realice prácticas preventivas como podar árboles y ramas que puedan caer sobre su casa y limpiar desagües y canales de lluvia.