Tras dos semanas del paso cercano de la tormenta Ernesto por Puerto Rico, los municipios y familias afectadas aun esperan respuesta de las agencias gubernamentales y por saber si se solicitará una declaración de desastre que abra la posibilidad de ayudas directas a las familias. Alcaldes señalan que más allá de los efectos directos, la cercanía del sistema atmosférico provocó pérdidas económicas y de vidas por la falta de electricidad.
Los presidentes de los organismos que agrupan a los alcaldes de Puerto Rico, Luis Javier Hernández y Gabriel Hernández Rodríguez, primeros ejecutivos de Villalba y Camuy respectivamente, expresaron preocupación incluso con la lentitud en el proceso para los reembolsos a los municipios que han estado brindando la respuesta a la emergencia. Los municipios tienen hasta ahora acceso a fondos estatales de emergencia que liberó la Junta de. Supervisión Fiscal. Al momento no hay actualización por parte de la Oficina de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia de Puerto Rico (COR3), sobre la gestión de una declaración de desastre. Hace una semana, su director, Manuel Laboy Rivera explicó en entrevista con Metro Puerto Rico que el proceso para la solicitud de declaración de desastre por Ernesto podría tardar hasta las primeras dos semanas de septiembre.
Hace cuatro días, un residente de Comerío, identificado como David Martínez, de 74 años de edad,quien padecía de una enfermedad terminal murió en medio de largas noches a oscuras, a siete días de las fuertes lluvias y vientos de Ernesto.
El alcalde de dicho municipio, Josian Santiago le informó a Noticentro que ninguna brigada de LUMA Energy, empresa encargada de la red eléctrica en la isla, había pasado por el barrio donde ocurrieron los hechos a pesar de que, posiblemente, el trabajo necesario hubiera sido “uno rápido”. Recientemente, el alcalde dijo que todavía 150 familias del municipio no cuentan con servicio de energía eléctrica.
Asimismo, la hija de una paciente encamada, Carmen Iris García denunció a través de Telenoticias las condiciones en las que se encontró su progenitora después de la tormenta. García había radicado varias querellas tanto en la alcaldía de su municipio como en LUMA, sin embargo no recibió electricidad hasta minutos después de la cobertura del canal.
“Yo sé que en la isla hay necesidades, pero miren cómo está mi mamá. Mi mamá depende de todos estos tanques de maquinaria”, dijo García a Telenoticias.
La señora es una de varias personas en la isla que cuentan con tanques de oxígeno y otra maquinaria médica para suplir vida. Estos individuos suponen pertenecer a la lista de pacientes vulnerables de LUMA Energy, creada para priorizar la restauración de su servicio eléctrico.
De hecho, antes de la llegada de Ernesto, la empresa urgió el 12 de agosto a través de conferencia de prensa a que los pacientes conectados a aparatos eléctricos se registraran en la lista, cuando era inminente que la tormenta causaría nuevos apagones en Puerto Rico. Según el presidente de la empresa, Juan Saca, para ese momento solo contaban con 3,000 pacientes registrados y no habían recibido alguna asistencia de parte del Departamento de Salud (DS), y solamente tenían los datos de la lista que levantó.
Para el alcalde de Villalba, tanto el gobierno como LUMA son responsables de la falta de comunicación que se sufrió entre la empresa privada y los municipios. Al igual, destacó que ambas entidades aún le deben una explicación a los ciudadanos de por qué algunos sectores carecían de servicio eléctrico antes de la llegada de Ernesto.
“Yo hace meses atrás le pedí al gobierno y al presidente de LUMA que me enviara el nombre, el contacto de la persona que iba a estar manejando la emergencia, o sea, eso le llaman el comandante incidental. (…) LUMA nunca me quiso dar el nombre de un comandante incidental y el gobierno tampoco simuló en asistirnos en ese proceso, el gobierno también pudo habernos dicho, ‘mira, esta es la persona’”, detalló el también presidente de la Asociación de Alcaldes.
Javier Hernández, además, señaló que las peticiones de los municipios por el reembolso de compra de suministros, mejor conocida como la Forma 113, del Negociado de Manejo de Emergencias (MNEAD), dadas mayormente a través de un director de manejo de emergencias municipal directamente al gobierno, no fueron respondidas.
La Forma 113 supone devolver el dinero utilizado por los municipios para suministros necesarios como agua, alimentos o generadores, de vuelta a los pueblos que lo solicitan. Luego de que Manejo de Emergencias municipal haga la solicitud, la oficina del comisionado de Manejo de Emergencias tiene que dar la aprobación final para así ejecutar el rembolso del dinero.
“Al día de hoy, lo que me dicen los compañeros alcaldes, la mayoría y yo, las peticiones que hicimos ninguna se respondió adecuadamente”, dijo.
En sintonía con esta preocupación, el alcalde de Camuy, Gabriel Hernández-Rodríguez, también manifestó que la respuesta del NMEAD para que los municipios reciban el rembolso ha sido lenta.
“Vuelve a pasar lo mismo, en Fiona (el Negociado) no fue el mejor. Ahora mismo, con esta tormenta Ernesto, el negociado no ha funcionado en la respuesta de aprobaciones. (…) Yo tengo los generadores eléctricos que estoy utilizando para mantener el cuartel de la Policía Estatal con un generador, para poder mantener las bombas de Acueducto y Alcantarillado. Todavía yo tengo esas (solicitudes) en evaluación, en back and forward, y no acaban de aprobarlas. La realidad es un llamado al comisionado de que tiene que tener un plan concreto con personas claves respondiendo y tomando decisiones a la mayor brevedad porque no es hablar lindo, es enfrentar una emergencia con resultados”, expresó el también presidente de la Federación de Alcaldes.
El alcalde de Camuy informó que cinco a seis barrios del municipio han sufrido tres días de fallos eléctricos por relevos de carga, por lo que sigue utilizando los generadores debido a que la “inestabilidad” del servicio podría provocar daños en las bombas de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) o provocar averías.
“Estos generadores requieren diésel, seguridad, mantenimiento a diario porque esto ocurre a base de horas de uso. Entonces, municipios que no tengan los recursos económicos para poder sustituir una emergencia, dependen de que el Negociado de Manejo de Emergencias en Puerto Rico sea eficiente”.
De hecho, ayer la alcaldesa Carmen Maldonado González decretó mediante orden ejecutiva un Estado de Emergencia en su municipio debido a falta de atención por parte de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) que mantiene a cientos de familias sin agua potable en sus residencias. La orden, que entrará en vigor de forma inmediata, permitirá al municipio “la compra y distribución de agua embotellada, la instalación de tanques de agua temporales, la incorporación de más camiones cisternas para las comunidades, o cualquier otro medio necesario para atender la emergencia”.
De otra parte, a finales de la semana pasada, la Asociación de Industriales pidió al gobernador, Pedro Pierluisi que decrete un estado de emergencia sobre el sistema energético.
Ante adversidad, manos solidarias
Luego de noches sin luz y la falta de agua, las organizaciones sin fines de lucro en Puerto Rico han asumido el rol de primera respuesta a las poblaciones vulnerables.
“Es inaceptable que, en pleno 2024, dos de los sistemas más esenciales del país para llevar agua y electricidad a nuestra gente no estén funcionando adecuadamente,” expresó Josué Maysonet Colón, portavoz y director ejecutivo de Corporación La Fondita de Jesús.
“Nuestro rol como organización de primera respuesta es crucial, pero no debería ser necesario que estemos utilizando nuestros limitados recursos para suplir las fallas de unos sistemas que deben operar con responsabilidad y eficiencia”.
La Fondita de Jesús ha motivado sus esfuerzos para asistir a adultos mayores, que han quedado en condiciones críticas debido a la falta electricidad y agua potable en momentos de un calor extremo. Junto con otras organizaciones del tercer sector, han estado proveyendo alimentos calientes, agua potable, y otros artículos esenciales a sectores en necesidad. Sin embargo, esta labor ha tenido un alto costo para la organización, que ha visto cómo sus fondos operacionales se han agotado rápidamente.
“Es inaceptable que, a pesar de los altos costos que paga la ciudadanía por estos servicios, las agencias responsables no estén respondiendo como deben. Esta falta de acción está literalmente matando a nuestra gente”, añadió Maysonet Colón.
A su vez, sobre 50 voluntarios y personal de la Cruz Roja Americana Capítulo de Puerto Rico estuvieron activos en la respuesta de desastre. El pasado 15 de agosto iniciaron una evaluación de daños en Naguabo, Juana Díaz, Humacao, Canóvanas, Loíza, Toa Baja, Aibonito, San Juan y Vega Alta.
En la evaluación de daños, los voluntarios identificaron la severidad de estos en los hogares afectados para clasificarlos como daños menores, mayores o destruidos. De igual forma, recopilaron información de la cantidad de familias afectadas en el sector.
Además del voluntariado de evaluación de daños, también la Cruz Roja contó con equipos en los departamentos de Logística, Relaciones Externas, Transportación e Información y Planificación, que apoyaron la respuesta.
Todavía en proceso
El director ejecutivo de la Oficina de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia de Puerto Rico (COR3), Manuel Laboy Rivera explicó hace una semana en entrevista con Metro Puerto Rico que el proceso para la solicitud de declaración de desastre por Ernesto podría tardar hasta las primeras dos semanas de septiembre.
De hecho, el director ejecutivo indicó que el proceso para la declaración de desastre tardaría debido al cumplimiento de varios criterios. Entre estos criterios está una evaluación física, conocida como el Preliminary Damage Assessment (Evaluación Preliminar de Daños), de cada daño recopilado en el proceso de recogido de datos, para así confirmar que, en efecto, la destrucción fue causada por la tormenta y no por otras circunstancias.
Según el comisionado del Negociado de Manejo de Emergencias (MNEAD), Nino Correa Filomeno, se encuentran en la fase de la evaluación preliminar de daños.
“Luego del paso de la tormenta Ernesto, procede que los municipios que se hayan visto afectados entreguen sus informes preliminares de daños para ser evaluados por la Oficina de Recuperación del NMEAD, que ya comenzó a visitar minicipios para verificar. Una vez los municipios entreguen los informes y se complete el proceso correspondiente, se evalúan con FEMA para determinar si se solicita una declaración de desastre”, dictó el comisionado por declaraciones escritas.
Luego de que se someta la solicitud de declaración de desastre, entonces COR3 procurará pedirle al presidente de los Estados Unidos, a través de FEMA, la consideración de asistencia para los individuos que se afectaron por la tormenta. Entre estas existen la asistencia para los trabajos de emergencia, asistencia para el trabajo permanente, una asignación de fondos para trabajos de mitigación y más.
Este medio trató de comunicarse con el director ejecutivo de COR3 para recibir la actualización sobre la solicitud de declaración de desastre, pero no estuvo disponible.