La Universidad de Pensilvania (Penn) y el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) recibieron una subvención de $18 millones de la Fundación Nacional de la Ciencia (NSF) para el proyecto titulado BioFoundry de ARN impulsado por inteligencia artificial de NSF (NSF AIRFoundry), cuyo fin es diseñar y sintetizar el ARN (ácido ribonucleico), así como nanopartículas lipídicas para transportar ARN, con el propósito de desarrollar diversas aplicaciones, que se pueden utilizar desde el campo de la salud hasta la agricultura.
El esfuerzo colaborativo, que incluye a los Colegios de Ingeniería y de Medicina de Penn, a la Universidad de Drexel, al Hospital Pediátrico de Filadelfia, a la compañía InfiniFluidics y al recinto mayagüezano de la UPR, contará con instalaciones en el oeste de Filadelfia y en el RUM. Estas se centrarán en el ARN, molécula esencial para la expresión genética y la síntesis de proteínas, que tuvo un rol principal en las vacunas contra el COVID-19.
NSF AIRFoundry es uno de los cinco proyectos subvencionados por NSF bajo el programa BioFoundry, que tiene como misión estimular la innovación y proporcionar herramientas y tecnologías a investigadores para avanzar en la biología, la biotecnología y las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas en general.
“Nosotros vamos a incorporar la inteligencia artificial y técnicas avanzadas de fabricación para poder crear estas tecnologías. Dentro de las instalaciones que desarrollaremos, vamos a integrar distintos laboratorios académicos e industrias en áreas de tecnología, por ejemplo, en el área de agricultura o farmacéutica. La idea es llevar este conocimiento que generemos dentro del AIRFoundry a otros sectores, más allá del sector de la salud, para que otras áreas se beneficien de estas tecnologías. El ARN es una molécula sumamente importante en la síntesis de proteínas y jugó un papel crítico en el desarrollo de las vacunas contra el COVID-19. Este es un campo que todavía está emergiendo”, sostuvo la doctora Claribel Acevedo Vélez, catedrática asociada del Departamento de Ingeniería Química (INQU), quien es la investigadora principal de la propuesta en el RUM.
Destacó que, además de la parte científica, la propuesta incluye la búsqueda de colaboraciones con la industria y la divulgación de conocimiento. Esa área, denominada partnership translation, la coordina el doctor Rodolfo J. Romañach, catedrático de Química. También forman parte del grupo de investigadores los doctores Maribella Domenech, quien liderará uno de los grupos de investigación interdisciplinaria, y Camilo Mora, ambos de INQU.
“Con NSF AIRFoundry estamos creando un centro de innovación en tecnología de ARN que permitirá a los científicos abordar algunos de los mayores desafíos del mundo, desde la atención médica hasta la sostenibilidad ambiental. Esto provocará la revolución del ARN, aprovechando el poder de las moléculas que salvaron millones de vidas y la IA que está cambiando el mundo”, expresó el doctor Daeyeon Lee, catedrático de Ingeniería Química y Biomolecular en Penn Engineering y director de NSF AIRFoundry.
La instalación también democratizará la investigación en ARN y capacitará a la próxima generación de científicos en este tema al ofrecer programas educativos, talleres y oportunidades de investigación.
“No solo estamos avanzando en el conocimiento científico, sino que también ampliamos la participación, garantizando que los estudiantes y científicos de diversas áreas puedan contribuir y beneficiarse de este campo emergente”, agregó Acevedo Vélez, quien es la directora asociada de educación y diversidad en NSF AIRFoundry.
Por su parte, el doctor Agustín Rullán Toro, rector del RUM, destacó que esta colaboración con instituciones de renombre internacional refuerza el prestigio del Recinto en el ámbito de la investigación avanzada y pone de manifiesto su compromiso con el desarrollo científico en Puerto Rico y más allá.
“Con este proyecto BioFoundry, el RUM se consolida como líder en investigación científica y de ingeniería, no solo en Puerto Rico, sino también en Estados Unidos. Esta colaboración nos posiciona en las grandes ligas de la investigación internacional. Además, nos acerca a nuestra meta de ser reconocidos como una Universidad de investigación doctoral, lo que permitirá un crecimiento significativo de nuestros programas graduados, especialmente en áreas emergentes y de vanguardia”, señaló.