BASE DOVER DE LA FUERZA AÉREA, Delaware, EE.UU. (AP) — El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo este domingo que se debe evitar una guerra total en Oriente Medio.
“Tiene que ser”, dijo Biden a los periodistas mientras abordaba el Air Force One rumbo a Washington. “Realmente tenemos que evitarlo”.
Biden también indicó que hablará con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Sus declaraciones se producen mientras los ataques aéreos israelíes en todo el Líbano mataron a decenas de personas el domingo. No dijo cuándo planeaba hablar con Netanyahu.
El grupo político-paramilitar Hezbollah sufrió una serie de golpes mortales en su estructura de mando, incluido el asesinato de su líder, Hassan Nasrallah.
La Casa Blanca considera la muerte de Nasrallah como un duro golpe para el grupo. Al mismo tiempo, la administración ha actuado con cautela mientras trata de contener la guerra de Israel con Hamás, agrupación que, al igual que Hezbollah, está respaldada por Irán, para que no ocasione un conflicto regional total.
Netanyahu integra a exrival a su gabinete para ampliar su coalición
JERUSALÉN (AP) — El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, integró el domingo a su gabinete a su antiguo rival, Gideon Saar, para ampliar su coalición y fortalecer su control en el cargo.
Según su acuerdo, Netanyahu dijo que Saar fungirá como ministro sin cartera y formará parte del Gabinete de Seguridad, el organismo que supervisa la gestión de la guerra en curso contra los enemigos de Israel en todo el Oriente Medio.
Saar, de 57 años, esperaba reemplazar al ministro de Defensa, Yoav Gallant, otro rival de Netanyahu. Pero un acuerdo para convertirse en ministro de Defensa fracasó hace varias semanas después que se intensificaron los combates con Hezbollah a lo largo de la frontera norte de Israel, dejando al popular Gallant en el cargo por el momento.
Saar es un político veterano que ha tenido una relación tensa con el primer ministro. Alguna vez fue una estrella en ascenso en el partido Likud de Netanyahu, pero lo abandonó enojado hace cuatro años tras acusar al primer ministro de convertirlo en un “culto a la personalidad” en un momento en que enfrentaba acusaciones de corrupción.
Desde entonces, sin embargo, Saar ha tenido dificultades como líder de un pequeño partido conservador y goza de poco apoyo entre la población en general. Si bien él y Netanyahu se agradan poco, comparten una ideología de línea dura hacia los adversarios árabes de Israel.
En meses recientes, Saar ha dicho que Israel debe luchar hasta que Hamás sea destruido. También ha pedido medidas más duras contra el patrocinador de Hezbollah, Irán. Y al igual que Netanyahu, se opone firmemente al establecimiento de un Estado palestino.
En un comunicado conjunto, dijeron que habían dejado de lado sus diferencias por el bien de la nación.
La decisión de Netanyahu parece haber sido impulsada en parte por la política interna. Se enfrenta a una serie de batallas políticas clave en las próximas semanas —incluyendo la polémica cuestión de reclutar a hombres ultraortodoxos en el ejército— aprobar un presupuesto y subir al estrado en su largo juicio por corrupción. Se espera que Saar ayude a Netanyahu en muchas de estas cuestiones.