La líder opositora venezolana, María Corina Machado, denunció el domingo que su jefe de seguridad fue detenido por segunda ocasión, esta vez junto otro miembro del equipo, y se desconoce su paradero.
Sin precisar las circunstancias en que Milciades Ávila, jefe de su equipo de seguridad desde hace 10 años, y Edwin Mora, integrante del grupo de protección, fueron detenidos, Machado aseveró en su cuenta de X, antes Twitter, que “han secuestrado a dos hombres honestos”.
La opositora y exlegisladora agregó que “Maduro y su régimen cometen otro crimen más” y le advirtió que “se equivoca si cree que con esta persecución a venezolanos inocentes nos va a detener”.
Ávila, había sido detenido el 17 julio y liberado un día después, tras recibir como medida alternativa la presentación cada 30 días en un juzgado de Maracay, unos 150 kilómetros al oeste de Caracas. Entonces Machado denunció que fue acusado de “violencia de género” contra unas mujeres que “intentaron agredirnos” en un restaurante cercano a un tramo de la autopista que enlaza Caracas con la ciudad central de Valencia, luego de participar en una concentración proselitista de cara a los comicios presidenciales del 28 de julio.
Ambos “han cumplido su responsabilidad (de cuidar su seguridad) de manera ejemplar, siempre conscientes del riesgo que esto implicaba”, agregó la líder opositora, y dijo que no descansará “hasta traerlos libres de regreso”.
“Hoy tengo dos nuevas razones muy profundas para no descansar hasta que liberemos a Venezuela”, concluyó Machado, quien se encuentra en la clandestinidad.
La Fiscalía venezolana no se ha pronunciado al respecto.
El hecho se produce un día después de la convocatoria que realizó Machado para que las bases de la oposición se movilicen en “enjambre” —pequeñas concentraciones de decenas de personas en distintos puntos— como estrategia de seguridad para sus militantes.
Los reiterados llamados a movilizarse dentro y fuera del país son un mecanismo que utiliza la oposición para sumar apoyo de la comunidad internacional y presionar al gobierno de Maduro para que se reconozca el triunfo del exdiplomático Edmundo González en los comicios presidenciales que, aseguran, obtuvieron de manera contundente. González está exiliado desde inicios de septiembre en España, país que le concedió el asilo diplomático.
El Consejo Nacional Electoral proclamó a Maduro como presidente electo para un tercer mandato de seis años, lo cual fue ratificado por el Tribunal Supremo de Justicia, ambos organismos afines al gobierno. Hasta el momento, el consejo no ha presentado las actas oficiales a pesar de las demandas de la comunidad internacional.
Maduro reiteró la víspera que él es el presidente “reelecto y triunfante el 28 de julio”, y cuestionó en duros términos la salida de González del país.
Desde el 29 de julio, un día después de los comicios presidenciales, y hasta el 23 de septiembre, el Foro Penal —una organización no gubernamental de asistencia legal y defensa de los derechos humanos— registra 1.723 presos políticos, a quienes la Fiscalía acusa de ser parte de presuntas tramas conspirativas y actos violentos.