La guerra entre Epic Games y dos gigantes de la industria tendrá un nuevo capítulo. Tras su enfrentamiento con Apple y Google por la política de comisiones en las tiendas de aplicaciones, ahora la compañía creadora de Fortnite ha puesto sus miras en Samsung. Epic los acusa a ellos y a Google de conspirar para bloquear el acceso a tiendas de aplicaciones de terceros, como la suya propia, a través de una función llamada Auto Blocker. Todo de acuerdo a resportes de la BBC.
Ahora es más difícil ejecutar Fortnite en Samsung
Esta función en los nuevos dispositivos Samsung, inhabilita de forma predeterminada la instalación de aplicaciones fuera de las tiendas oficiales de Google y Samsung. De acuerdo a Epic, para los usuarios el desactivar el Auto Blocker es un proceso engorroso y poco intuitivo, lo que dificulta que los usuarios puedan elegir libremente dónde descargar sus aplicaciones.
La compañía de videojuegos argumenta que este bloqueo no tiene una justificación de seguridad real, sino que es una maniobra para proteger el monopolio de Google Play Store y la Galaxy Store de Samsung. Tim Sweeney, CEO de Epic, ha denunciado que esta práctica limita la competencia y perjudica a los desarrolladores independientes.
La demanda de Epic llega en un momento clave para la compañía, que acaba de lanzar su propia tienda de aplicaciones en la Unión Europea. El Auto Blocker de Samsung representa un obstáculo significativo para la expansión de su tienda y para alcanzar a un público más amplio.
Samsung, por su parte, defiende que el Auto Blocker es una medida de seguridad diseñada para proteger a los usuarios de aplicaciones maliciosas. La compañía afirma que los usuarios tienen la opción de desactivar esta función durante la configuración inicial del dispositivo. Sin embargo, Epic sostiene que este proceso no es lo suficientemente transparente y que muchos usuarios desconocen la existencia de esta opción.
Este nuevo enfrentamiento legal entre Epic Games y los gigantes tecnológicos plantea interrogantes sobre la competencia en el mercado de las aplicaciones móviles y sobre el derecho de los usuarios a elegir dónde descargar sus aplicaciones. La batalla legal promete ser larga y compleja, y su resultado podría tener un impacto significativo en el futuro de la industria.