La jueza de distrito federal, Laura Taylor Swain, encargada del caso del Plan de Ajuste de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), extendió nuevamente la paralización del proceso mientras continúan las negociaciones entre los bonistas y la Junta de Control Fiscal.
La nueva extensión se dio tras una solicitud por parte del equipo de medicación en el caso, por lo tanto, se concedió a las partes hasta el 13 de noviembre para continuar las conversaciones y que se llegue a un acuerdo en el caso.
La paralización del caso comenzó el pasado 10 de julio, cuando la jueza ordenó una moratoria de 60 días mediante la cual no se decidiría ninguna moción en el proceso. En la misma se favoreció un proceso de mediación entre las partes.
En ese momento, se indicó que la magistrada esperaría un informe del Equipo de Mediación sobre la conveniencia de extender esta moratoria por otros dos meses, en búsqueda de un acuerdo que resuelva el tranque entre la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) y los bonistas objetores al Plan de Ajuste de la Deuda (PAD) de la corporación pública.
Posteriormente, en septiembre se ordenó extender las negociaciones por un mes adicional.
Durante la vista del mes de julio, la jueza se expresó sobre el tranque entre la Junta y los bonistas objetores : “y lo más trágico, la falta de una actitud decente y compasiva ante la difícil situación de más de 3 millones de personas que viven en un calor a menudo insoportable”.
El ente fiscal propone un plan de ajuste que incluye compensaciones adicionales a los bonistas objetores, estimadas en $168 millones, junto con la emisión de nueva deuda si es necesaria.
Martin Bienenstock, abogado de la JSF, mencionó en ese momento, la posibilidad de realizar ajustes al plan existente, aunque los bonistas que se oponen a la confirmación del PAD-AEE consideran que estos cambios no serán suficientes para resolver las disputas y garantizar una recuperación justa.
Los bonistas objetores insistieron en una revisión exhaustiva de la deuda total y otros aspectos, sugiriendo que el proceso de quiebra podría extenderse aún más, a pesar de que el mismo inició hace siete años y es uno de los casos de bancarrota municipal más prolongados y complejos en la historia de Estados Unidos.