La pandemia del COVID-19 sirvió como una época de reinvención para muchos y, en el caso de Ángel Rodríguez Negrón, surgió luego de que un amigo de un amigo lo contactara para que maquillara a su madre recién fallecida. Así, el maquillista de reinas comenzó a darle un toque reconocible a los rostros de diversas difuntas en las ceremonias fúnebres.
Con el lema de “Todas merecemos sentirnos como reinas”, el también fotógrafo decidió aplicar sus destrezas autodidactas del maquillaje a las fallecidas porque consideró que todos se deben sentir como realeza tanto en vida como en la muerte.
“Todos merecemos sentirnos especial, todos merecemos sentirnos elevados, maximizados. Pues, si todos merecemos sentirnos así, esto aplica en todas las etapas de nuestra vida. Incluso en la muerte nos debemos de sentir así”, contó en entrevista con Metro Puerto Rico.
En efecto, el artista encontró la belleza en ayudar a las familias en duelo a despedirse de sus seres queridos de una forma que describió como “digna”, por lo que decidió brindar sus destrezas de maquillaje.
El proceso de maquillar a difuntas
Consecuentemente, no entró a la industria fúnebre sin antes educarse con embalsamadores y administradores de funerarias para adaptar en sus servicios la mejor forma de manejar a familias en duelo. El proceso de maquillar a una difunta fue más allá de un servicio para Rodríguez Negrón, sino que conlleva observar fotos formales e informales de la persona fallecida, más entrevistas con las familias para maquillarla de la forma más precisa.
Por un lado, aunque explicó que la mayoría de las funerarias cuentan con embalsamadores, solo les ofrecen cursos de corrección de color con maquillaje especial para personas fallecidas, por lo que resulta en personas sobremaquilladas.
El oriundo de Cayey ejemplificó el caso de una familia en la que alguien peinó a la difunta con el cabello recogido y alisado hacia atrás, aunque en vida esta llevaba una partidura de lado y flequillo.
“¿Qué yo hice? Pues le rompí todo ese peinado y la peiné. Le acomodé el pelo como yo sé que ella se veía. Entonces, la retroalimentación que yo recibí de la familia fue bien especial porque ellos me dijeron ‘Ángel, se veía perfecta. Ella se veía como la recordamos, o sea, se veía hermosa”, relató.
El fotógrafo de 37 años detalló que también pedía la cartuchera de cosméticos de la difunta para aproximarse a la imagen en vida con los productos que utilizaba y recordar que todo artefacto que utilice debe depositarse por razones higiénicas.
“Recibo todas las pertenencias en cuanto a cosméticos, tanto cuidado de la piel como maquillaje. Con todas esas cosas, yo me siento y las estudio. ¿Por qué? Porque a través de las marcas que la persona compraba y a través también de los colores que la persona utilizaba, tú puedes más o menos descifrar su personalidad”, verbalizó.
Cómo ve la relación entre la vida y la muerte
Con la búsqueda de normalizar las conversaciones sobre la muerte, Rodríguez Negrón reconoció que su relación con la muerte es “saludable” y “pacífica” porque es un proceso de vida que, aunque sus seres queridos ya no estén con él, sus legados los lleva en las historias, recuerdos y fotografías. Esa paz de la que habla es la que quiere proporcionar a las familias con las que trabaja.
En contraste con maquillar reinas y modelos, el cayeyano sintió felicidad porque cumple con un propósito mayor.
“Con las reinas de belleza, cumplo con el propósito de que esta joven se vea lo más maximizada posible para ella poder lograr su sueño de convertirse en una reina de belleza digna de representar a Puerto Rico a nivel mundial. Pero, por otra parte, yo estoy dando lo mejor de mí para que las familias, a la hora de ver a su familiar y a su ser querido, puedan tener la satisfacción de despedirse de la persona que ellos aman y no de un extraño”, concluyó.
Puede contactar a Rodríguez Negrón a través de sus redes sociales o al (787) 672-0343.