Nuevos incendios forestales ardían el martes en el noreste, sumándose a varios que han surgido en medio de un clima muy seco y que han matado al menos a una persona, mientras que incendios mucho más grandes se desataban en California y otros estados del oeste.
El humo denso provocó una mala calidad del aire y a avisos de salud para partes de Nueva Jersey y Nueva York.
En Massachusetts, los bomberos trataban de contener docenas de incendios entre fuertes vientos y condiciones de sequía. El Servicio Meteorológico Nacional emitió una advertencia de bandera roja para gran parte de ese estado y partes de Connecticut, diciendo que las condiciones eran críticas y los incendios podrían propagarse rápidamente.
Los funcionarios de Massachusetts dijeron que todos los aproximadamente 200 incendios con los que habían estado lidiando este mes fueron causados por la actividad humana, y la gobernadora Maura Healey instó a las personas no encender fuego.
“Ahora no es el momento de quemar hojas. Ahora no es el momento de salir y encender un fuego”, dijo a los periodistas en Middleton.
Un incendio en el sur de Nueva Jersey activó alarmas de incendio y detectores de monóxido de carbono, causando un número “sin precedentes” de llamadas al 911 el lunes, dijeron los funcionarios.
Un empleado de parques falleció en un incendio cerca de la frontera entre Nueva York y Nueva Jersey el fin de semana, y algunos bomberos han resultado heridos combatiendo otros incendios.
Para encontrar y combatir muchos de los incendios, los equipos deben navegar por un laberinto de densos bosques, caminos rurales, lagos y colinas empinadas. Los árboles allí han dejado caer la mayoría de sus hojas sobre el suelo reseco, enmascarando el peligro potencial, dijeron las autoridades.
La mayor parte de la costa este ha visto poca lluvia desde septiembre, y los expertos dicen que los incendios persistirán hasta que ocurran precipitaciones significativas o heladas.
En California, los bomberos avanzaron más en la lucha contra un incendio al noroeste de Los Ángeles, en el condado Ventura, que comenzó el miércoles y rápidamente aumentó de tamaño debido a los secos, cálidos y racheados Vientos de Santa Ana. Ese incendio, apodado el incendio de la Montaña, estaba contenido aproximadamente a la mitad el martes, casi una semana después de haber comenzado entre vientos secos y racheados.
El incendio de 32 millas cuadradas está en gran parte “controlado”, dijo el jefe de bomberos del condado, Dustin Gardner, en una conferencia de prensa el lunes por la noche. El incendio obligó a miles de residentes a abandonar sus hogares y destruyó cerca de 200 estructuras, la mayoría de ellas viviendas, y dañó más de 80, según informaron los funcionarios. Se está investigando la causa.