El boxeador Mike Tyson sale del retiro para enfrentar al influencer y boxeador Jake Paul, en un combate que será transmitido a través de la plataforma de streaming Netflix.
Sigue el minuto a minuto:
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Mike Tyson, a los 58 años, concede el papel de villano en su combate ante Jake Paul
La amistad fue lo que gestó la pelea entre el excampeón de peso pesado Mike Tyson, de 58 años, y el mucho más joven YouTuber convertido en boxeador, Jake Paul.
La fricción ayudó a generar entusiasmo por un combate que pondrá a prueba un nuevo modelo para presentar el boxeo a las masas. Netflix, por primera vez, ofrecerá un evento de deportes en vivo en lugar del usual pago por evento o cable.
“Creo que son los fanáticos fieles de Mike Tyson”, aseguró Paul, al intentar explicar los abucheos que ha recibido cuando se han presentado juntos para promocionar el evento.
“Y yo soy el chico nuevo, el disruptor, el hablador, la figura polarizadora”, dijo Paul. “Y he construido mi carrera como villano. Naturalmente, la gente quiere ir en mi contra, y eso es genial para el boxeo”.
El primer combate profesional de Tyson en casi 20 años está programado para el viernes por la noche en el estadio de los Cowboys de Dallas. Se espera una multitud de al menos 60.000 personas en el recinto del equipo de la NFL, mientras que Netflix ofrecerá el combate sin costo adicional a los más de 280 millones de suscriptores en todo el mundo.
Paul, de 27 años, es relativamente nuevo en el deporte. El llamado “influencer” tiene un récord de 10-1, con siete nocauts, siendo la mayoría de sus combate contra peleadores de artes marciales mixtos y boxeadores de trayectoria.
Tyson tenía un récord de 50-6, con 44 nocauts, cuando se retiró después de perder contra Kevin McBride en 2005. Aseguró que no tenía nada más que dar al deporte. Su última pelea fue una exhibición contra Roy Jones Jr., sin público, durante la pandemia en 2020.
El combate originalmente estaba programado para el 20 de julio, pero se pospuso debido a que Tyson tuvo que ser tratado por una úlcera estomacal después de enfermarse en un vuelo.
Tyson dijo en un documental que narra los preparativos para la pelea que perdió casi 12 kilogramos (26 libras) en el proceso de recuperación.
El promotor Nakisa Bidarian, cofundador de Most Valuable Promotions con Paul, dijo que Tyson fue médicamente autorizado para volver hace semanas. Bidarian evadió contestar la pregunta de si le preocupaba la salud de Tyson en el ring.
“Estoy nervioso por ambos”, dijo Bidarian. “La realidad es que Jake nunca ha sido golpeado por alguien como Mike Tyson directamente en la barbilla. Y Mike no ha peleado contra alguien como Jake en mucho tiempo. Eso es lo que hace esto interesante”.
Paul contó que tuvo la idea de realizar la pelea hace unos dos años y la compartió con Tyson pensando que el miembro del Salón de la Fama lo entendería, y estaría interesado.
Tyson parecía agitado en ambos eventos de promoción con fanáticos en el área de Dallas, primero en las semanas antes de la pelea originalmente programada y nuevamente en la conferencia de prensa dos noches antes del combate.
Pero fue más reflexivo en un entorno más pequeño con reporteros al sugerir que ya no era el mismo boxeador malhablado e irascible de su apogeo.
“He pasado por tantos altibajos desde mi última pelea con Kevin McBride”, dijo Tyson. “He estado en rehabilitación. He estado en prisión. Nunca en un millón de años creí que estaría haciendo esto”.
Según informes, Paul recibirá 40 millones de dólares por la pelea, cifra que dio a conocer en otra conferencia de prensa en Nueva York en agosto.
Tyson, quien tuvo dos períodos en prisión por condenas en los años noventa por violación y agresión y que se declaró en bancarrota hace 21 años, recibirá 20 millones. Tyson ha dicho que pelea por dinero.
“Ese viejo Mike Tyson… ya no tiene ningún propósito en mi vida. Simplemente no existe”, aseguró Tyson. “Estoy pasando un buen momento en mi vida. No me queda mucho tiempo, así que estoy teniendo el mejor momento de mi vida”.
Varios estados decidieron no avalar el combate. Texas aceptó la pelea, pero será de ocho rounds en lugar de 10 o 12, además de que cada asalto durará dos minutos y no los usuales tres minutos, además de que utilizarán guantes más pesados diseñados para disminuir la potencia de los golpes.
Paul ha enfrentado preguntas persistentes sobre las razones para enfrentar a alguien mucho más mayor, independientemente del pedigrí de Tyson. Sus respuestas han sido consistentes.
“Dile eso a Mike”, indicó Paul. “Él es quien quería que fuera una pelea profesional y yo, como joven en este deporte, no voy a dejar pasar la oportunidad de pelear contra el GOAT del boxeo. Es como si Ja Morant rechazara un uno contra uno ante LeBron. No va a suceder”.
La cartelera incluye una pelea de campeonato de alto perfil: Katie Taylor contra la puertorriqueña Amanda Serrano.
Paul dijo que quería darles a las mujeres un lugar destacado después del vibrante combate que protagonizaron en un atiborrado Madison Square Garden en 2022. Fue la primera vez que las mujeres encabezaron una cartelera de boxeo en ese mítico recinto.
Taylor ganó una decisión dividida que muchos cuestionaron. Bidarian y Paul dicen que la revancha por el título superligero indiscutible será el evento deportivo femenino más lucrativo de la historia.
“Mucha gente dijo que el verdadero evento principal es Taylor-Serrano”, dijo Bidarian. “Está bien si lo sienten así. Jake ha dicho que está más emocionado por esa pelea que por la suya. Pero queríamos asegurarnos de que la mayor cantidad de ojos viera esa pelea. Para ser honestos con nosotros mismos, Paul-Tyson atrae a una audiencia más grande”.