Fuertes careos entre abogados, imputaciones sobre confianza y cuestionamientos sobre el intento del retiro de $100 millones de las corporaciones El Cartel Records y Los Cangris, así como la argumentación quién debe tener el control de estas entidades marcaron el inicio de la vista judicial en la demanda de Ramón Luis Ayala Rodríguez, mejor conocido como Daddy Yankee, contra su esposa, Mireddys González Castellanos.
En una acalorada argumentación, el abogado, Carlos Díaz Olivo, le planteó al tribunal que el centro de la acción legal es que Daddy Yankee pueda seguir siendo Daddy Yankee. Dijo que lo que pretende Ayala Rodríguez es poder seguir trabajando con el nombre artístico que ha llevado desde que era un adolescente. Díaz Olivo sostuvo que la división de bienes gananciales con González Castellanos se verá en otro proceso de familia y que no tienen intención de privarle del capital que juntos construyeron, pero planteó una grave falta de confianza en el manejo de las corporaciones que la aún esposa del demandante preside.
“El pleito es que Daddy Yankee pueda continuar siendo Daddy Yankee. La marca relacionada con ese nombre está allí. A través de esas corporaciones es que se desarrollan las contrataciones, los conciertos. Las corporaciones no tienen razón de ser sin Daddy Yankee. Él necesita un acceso completo a los libros, registros, contratos”, expuso Olivo.
Se alega en la demanda que la movida de González Castellanos y su hernana Ayeicha con dinero corporativo surgió luego de presentado el divorcio el 2 diciembre, fecha para la cual Daddy Yankee había removido de la presidencia de las corporaciones de Mireddys y a su hermana del puesto de tesorera y secretaria. El proceso del divorcio se ve en el Tribunal de Carolina.
En las argumentaciones, se abordó el intento de retiro del dinero $100 millones de las cuentas de las corporaciones sin el consentimiento de Daddy Yankee. Mientras abogados de las corporaciones aseguraron que se trató de un pago de dividendos. Díaz Olivo cuestionó cómo se llegó al cálculo de la cuantía de los dividendos y qué proceso corporativo se siguió para determinar esa acción. Punto que también en un momento dado fue planteado por el juez del Tribunal de Primera Instancia de San Juan, Anthony Cuevas.
“No puede ser que ella saca un dividendo de $100 millones y te lo pongo en la cuenta. Debe haber un análisis financiero en estas situaciones”, insistió.
De hecho, la defensa de Daddy Yankee sostuvo que solo en una ocasión previa hubo pago de dividendos y se hicieron a nombre de Ayala Rodríguez.
Por su parte, la defensa de González Castellanos sostuvo que no hubo irregularidades en el manejo de los fondos. “Es falso que sacaron $100 millones para ella y su hermana. Aquí se declararon dividendos: $50 millones en la cuenta personal de él y $50 millones en la cuenta de ella”, argumentaron.
El inicio de la vista estuvo marcado por la discusión sobre quiénes serían los abogados que representarían a El Cartel Records y Los Cangris. El exsecretario de Justicia, Luis Sánchez Betances argumentó gran parte de esta controversia, al plantear que la parte demandante no podía determinar quién sería el abogado de la parte demandada.
Sin embargo, Díaz Olivo refutó que este no es un caso de accionistas y que el artista tiene derecho a un acceso ilimitado a las corporaciones que respaldan su carrera. “Estamos hablando de la razón de ser de la corporación. Él tiene que tener absoluto acceso ilimitado. No tiene que dar razones ni cuentas. Si es el dueño, tiene derecho a saber”, enfatizó.
El juez Cuevas hizo un llamado a las representaciones de las partes para mantener un tono sosegado y no inflamar más la controversia, pues recordó que las partes son seres humanos. Se decretó un receso para buscar un acuerdo entre los abogados de las partes sobre el acceso del demandante a documentos de las corporaciones.
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Daddy Yankee está representado por los abogados Carlos Díaz Olivo Anabelle Torres Colberg y Heileene Colberg Birriel. Mientras, González Castellanos y su hermana están representadas por Luis Sánchez Betances, Pilar Pérez Rojas, Hipólito Torres Rivera y David Carrión Baralt.