Sobre 100 parejas despidieron el 2024 el pasado sábado en el Malecón, de La Habana, bailando al compás de la cadenciosa música cubana. Según los organizadores, el evento se celebró de manera simultánea en varias provincias de la isla, incluyendo Las Tunas, Pinar del Río, Sancti Spíritus y Holguín, entre otras.
En las redes sociales había algunos videos de las ruedas en esas localidades.
“Queremos profundizar en las nuevas generaciones la esencia de nuestro baile”, comentó Luis Manuel Llamo, promotor cultural y líder del proyecto Retomando el Son, Bailando Casino, a The Associated Press.
Nacido en la década de 1950 en Cuba, el baile de casino es esencialmente una danza de parejas, las cuales a veces forman “ruedas” con varias de ellas y a donde los participantes hacen figuras y coreografías coordinadas o intercambios de acompañantes.
Las agrupaciones musicales cubanas de fuerte influencia afro marcan el ritmo y los pasos que los danzantes deben seguir con su rápida y sensual percusión.
En todo caso, el baile de casino es como un primo mayor de la salsa -un género musical y estilo de baile lanzados como una marca comercial por los latinos de Estados Unidos en la década de 1970- aunque para los que no son expertos se vea, o escuche, más o menos parecido.
Desafiando la lluvia y vestidos con sudaderas blancas y algunas prendas que distinguían a sus “ruedas” de las otras, agrupaciones de casi todos los municipios como Centro Habana, Marianao, La Lisa, Playa o Habana Vieja, se juntaron en la capital del país, de acuerdo con el promotor Llamo.
Otros cientos de personas y transeúntes, incluidos turistas, miraban o se sumaban a la actividad callejera.
Llamo destacó que el baile de casino ha ido ganando proyección a nivel internacional y en los últimos años se organizaron ruedas multitudinarias en varios países, incluido en Grecia en 2012, en España en 2019 y en Venezuela en 2022. Añadió que a mediados de este año se impuso un récord en Cuba con la rueda multitudinaria más grande, la cual incluyó a 2,946 personas bailando simultáneamente en todo el país.
Al interior de la isla, el baile de casino ha llegado a disputarle la popularidad a otros géneros musicales y estilos cubanos como el reparto, e incluso al reguetón puertorriqueño.
“El baile de casino es para nosotros muy importante. Es algo auténtico”, comentó Julio Lamadrid, un trabajador autónomo de 61 años de edad y bailarín en una rueda de amigos que se formó en la popular barriada de Centro Habana y que acudió a la actividad callejera junto con su esposa. “No lo debemos dejar caer nunca. Lo creamos para sociabilizar y divertirnos, en nuestros hogares y fiestas”.
Los cubanos están concluyendo un 2024 que estuvo marcado por privaciones económicas, crisis y distintas carencias, desde combustible y medicinas hasta de agua, así como incrementos de precios y una importante ola migratoria, por lo que muchos participantes de las ruedas del sábado señalaron que preferían venir a ver a la gente bailar o a sumarse a las ruedas que a quedarse en sus hogares angustiados.
“Cerrar (el año) bailando casino es la mejor manera”, dijo Isabel Herrera, de 62 años de edad. “Es algo que usted baila con el sentimiento y con emoción. Nos levanta el ánimo”, agregó.