Las autoridades de Corea del Sur solicitaron una orden judicial para arrestar al presidente destituido Yoon Suk Yeol, mientras investigan si su reciente y breve decreto de ley marcial podría constituir un acto de rebelión.
La Oficina de Investigación de Corrupción para Altos Funcionarios, que lidera una investigación conjunta con la policía y las autoridades militares sobre el fallido intento de toma de poder que duró apenas unas horas, confirmó este lunes la solicitud de la orden. Los investigadores tienen previsto interrogar a Yoon bajo sospecha de abuso de autoridad y de haber planeado una rebelión.
Yoon ha ignorado repetidamente las citaciones del equipo de investigación conjunta y de la fiscalía, negándose a someterse a interrogatorios. Además, ha bloqueado intentos de allanamiento en sus oficinas.
Aún no se sabe si el tribunal autorizará la orden de arresto o si Yoon podrá ser obligado a comparecer para ser interrogado. Según las leyes del país, no se pueden intervenir ni registrar lugares vinculados a secretos militares sin el consentimiento de la persona responsable. Esto hace improbable que Yoon abandone voluntariamente su residencia, ya que podría quedar bajo custodia si lo hace.