El día del anuncio de la designación del secretario del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Waldemar Quiles, hijo, la gobernadora Jenniffer González hizo las siguientes expresiones: “El secretario, cuando llegue a la agencia, evaluará los documentos y la fabricación de los casos que hubo porque todo el mundo aquí sabe que eso fue parte de un proceso político en un proceso de primarias”.
Al ser cuestionada sobre dichas expresiones y cómo afectarían las mismas a la independencia de criterio del recién nominado, González expresó que el asunto de la fabricación del caso se había discutido en primarias, en la campaña y en los debates, y que el pueblo lo había adjudicado ya en esas dos elecciones. Llegó a catalogar la querella como un acto de “criminalización de su familia que surgió como un acto de campaña”.
Sorprendentemente, a la campaña que acusa de persecución discriminatoria política es a la de Pedro Pierluisi, jefe de la pasada secretaria del DRNA. Campaña que estuvo dirigida por Edwin Mundo, y apoyada en su totalidad por Thomas Rivera Schatz, Gregoria Matías, Carmelo Ríos, Migdalia Padilla, Roxanna I. Soto Aguilú, Ángel Toledo López, Jaime Barlucea, Nitza Morán, Juan Oscar Morales, Wanda Soto Tolentino, Marissa Jiménez y Héctor Joaquín Sánchez. Todos hoy senadores y a los que les toca evaluar el nombramiento de Quiles.
Me imagino que ninguno de estos honrosos senadores forma parte del grupo al que la gobernadora se refirió cuando dijo “todo el mundo aquí sabe que eso fue parte de un proceso de primarias”. Después de todo, ninguno estaba allí en la conferencia de prensa. Ahora, el que, sí, estaba allí fue Quiles, que, a las pocas horas, por obra y gracia de la providencial justicia y bondad de “papito Dios” encontró en su escritorio una Orden Administrativa legalizando las acciones de los suegros de González en La Parguera y archivando las querellas e investigaciones relacionadas, incluyendo la existente contra sus suegros.
Mendazmente, tanto Quiles como González trataron de venderle a Puerto Rico que esa Orden Administrativa había sido preparada por la administración anterior, o sea, esa misma administración que la persiguió a ella y a sus suegros por razones políticas. La mentira comenzó a derrumbarse de inmediato. Ante la patente falta de verdad, la gobernadora tuvo que admitir, en conferencia de prensa al atardecer del domingo, que la secretaria anterior se había negado a firmar dicha orden. Lo que no dijo la gobernadora es que tampoco había sido redactada por la división legal. Es ahí donde González tuvo una epifanía sobre el origen del texto de la Orden Administrativa, achacándosela a la justicia divina, casi casi adjudicándole a la mencionada orden la virtud del autógrafa bíblico originado en el soplo divino.
El problema para Quiles y la gobernadora es que al “papito Dios” que menciona también le gusta sacar las cosas a la luz y no le gusta que se use su nombre en vano.
La pasada secretaria del DRNA, esa que según la gobernadora tenía una persecución política abierta en contra de sus suegros para favorecer a su jefe Pierluisi y la campaña de este, no es una neófita en la política del Partido Nuevo Progresista (PNP). De febrero a junio de 2017, se desempeñó como asesora legal legislativa del hoy presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, en la Comisión sobre Relaciones Federales, Políticas y Económicas del Senado de Puerto Rico. Luego, para junio de 2017 a noviembre de 2021, ocupó varias posiciones, incluyendo principal asesora legal, ‘chief of staff’ y administradora auxiliar en la administración de los Sistemas de Retiro del Gobierno de Puerto Rico. Para diciembre de 2021, comenzó labores como subsecretaria en el DRNA. Luego, para abril de 2022, fungió como secretaria interina. De agosto de 2022 al 31 de diciembre de 2024, fungió como secretaria designada del DRNA. Secretaria que nunca fue objeto de crítica o intención de investigación alguna por persecución política contra los suegros de la gobernadora, por la delegación del Senado PNP en el pasado cuatrienio.
Estos primeros pasos de esta administración ejecutiva van evidenciando lo que allegados a la gobernadora, como Cucusa Hernández y Miriam Ramírez de Ferrer, así como otros, han hablado del carácter y formas de trabajo de Jenniffer González. Ambas han hablado de su inclinación a la mentira, inconsistencia de carácter, falta de disciplina, entre otros asuntos delicados. El Senado aparenta ir dirigido a un proceso serio de evaluación del nombramiento de Quiles. El pueblo observa. De lo que se ve, la gobernadora ya les ha servido el plato: si no le confirman a Quiles, la persecución política continúa; si lo confirman, habrán actuado como un claro sello de goma del ejecutivo y sus intereses personales. Sinceramente, esperamos que este gobierno no sea uno del cual se diga: “Se ha vuelto atrás el derecho, y la justicia permanece lejos; porque ha tropezado en la plaza la verdad, y la rectitud no puede entrar” (Isaías 59:14).