WASHINGTON (AP) — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, indultó, conmutó penas de prisión o prometió que desestimaría los casos de todas las más de 1.500 personas acusadas de delitos en el asalto al Capitolio federal del 6 de enero de 2021, lo que incluye a personas condenadas por agredir a agentes de policía, utilizando el lunes sus amplios poderes de clemencia en su primer día de regreso en el cargo para deshacer el enorme trabajo procesal sobre el asalto sin precedentes a la sede de la democracia estadounidense.
La acción de Trump, apenas unas horas después de su regreso a la Casa Blanca, allana el camino para liberar de prisión a personas declaradas culpables de ataques violentos contra la policía, así como líderes de grupos extremistas de derecha condenados por tramas fallidas para mantener al republicano en el poder después de que perdiera las elecciones de 2020 frente al expresidente Joe Biden.
Los indultos son la culminación de la campaña de varios años de Trump para reescribir la historia del ataque del 6 de enero que dejó más de 100 policías heridos mientras la turba enojada de seguidores de Trump —algunos armados con palos, bates y aerosoles contra osos— sobrepasaba a las fuerzas del orden, rompía ventanas y hacía que legisladores y asistentes corrieran a esconderse.
Aunque los indultos se esperaban, la velocidad y el alcance de la clemencia constituyen un desmantelamiento impactante del esfuerzo del Departamento de Justicia para que los participantes rindan cuentas por lo que se ha descrito como uno de los días más oscuros en la historia del país.
Trump también ordenó al secretario de Justicia que busque la desestimación de aproximadamente 450 casos que aún están pendientes derivados de la mayor investigación en la historia del Departamento de Justicia.
El mandatario describe a los insurrectos como “patriotas” y “rehenes” y afirma que fueron tratados injustamente por el Departamento de Justicia, que también lo acusó de delitos federales en dos casos que él sostiene tenían motivaciones políticas. Trump dijo que los indultos pondrán fin a “una grave injusticia nacional que se ha perpetrado sobre el pueblo estadounidense durante los últimos cuatro años” y comenzarán “un proceso de reconciliación nacional”.
Los indultos fueron recibidos con júbilo por los seguidores de Trump y los abogados de los acusados del 6 de enero. Varios partidarios de Trump se reunieron el lunes por la noche a pesar del frío ante una cárcel de Washington, donde más de una docena de acusados estaban detenidos antes de los indultos.
“Estamos profundamente agradecidos con el presidente Trump por sus acciones de hoy”, dijo James Lee Bright, un abogado que representó al fundador de Oath Keepers, Stewart Rhodes, quien cumplía una sentencia de prisión de 18 años después de ser condenado por conspiración sediciosa y otros delitos.
No está claro con cuánta rapidez podrían ser liberados los acusados. Un abogado de Enrique Tarrio, el expresidente nacional de Proud Boys que fue condenado a 22 años de prisión por conspiración sediciosa, dijo que esperaba que su cliente fuera liberado de prisión esa noche del lunes.
“Este marca un momento crucial en la vida de nuestro cliente, y simboliza un punto de inflexión para nuestra nación”, dijo el abogado Nayib Hassan en un comunicado. “Somos optimistas para el futuro, ya que ahora pasamos la página de este capítulo, abrazando nuevas posibilidades y oportunidades”.
Los demócratas criticaron duramente la decisión de extender los indultos a los alborotadores violentos, muchos de cuyos crímenes fueron capturados en cámara y transmitidos en televisión en vivo. La expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi lo llamó “un insulto indignante a nuestro sistema de justicia y a los héroes que sufrieron cicatrices físicas y trauma emocional mientras protegían el Capitolio, el Congreso y la Constitución”.
“Donald Trump está inaugurando una Edad Dorada para las personas que infringen la ley e intentan derrocar al gobierno”, dijo el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, en un comunicado enviado por correo electrónico.
El exagente de la Policía Metropolitana Michael Fanone, quien perdió el conocimiento y sufrió un ataque cardíaco después de que un alborotador lo atacara con una pistola eléctrica, pareció sorprendido al enterarse por un reportero de Associated Press de que el indulto incluía a personas que agredieron a agentes de policía.
“Esto es lo que el pueblo estadounidense votó”, dijo. “¿Cómo reaccionas a algo así?”.
Fanone dijo que ha pasado los últimos cuatro años preocupado por su seguridad y el bienestar de su familia. Indultar a sus agresores solo agrava sus temores, dijo.
“Creo que son cobardes”, dijo. “Su fuerza estaba en su número y la mentalidad de turba. Y como individuos, son quienes son”.
Trump había sugerido en las semanas previas a su regreso a la Casa Blanca que, en lugar de indultos generales, evaluaría a los acusados del 6 de enero caso por caso. Y el vicepresidente JD Vance había dicho hace apenas unos días que las personas responsables de la violencia durante el disturbio en el Capitolio “obviamente” no deberían ser indultadas.
Catorce acusados, incluidos varios condenados por conspiración sediciosa, vieron sus sentencias conmutadas, mientras que al resto de los declarados culpables de delitos del 6 de enero se les otorgaron indultos “completos, completos e incondicionales”.
Los indultos llegan semanas después de que el Departamento de Justicia abandonara sus dos casos penales federales contra Trump, citando su política contra procesar a presidentes en funciones. Si Trump hubiera perdido las elecciones de 2024, podría haber enfrentado finalmente un juicio por cargos en el mismo tribunal federal en Washington en el caso que lo acusaba de conspirar para anular su pérdida en las elecciones de 2020 en un intento desesperado por aferrarse al poder.
Más de 1.200 personas en todo Estados Unidos habían sido condenadas por delitos del 6 de enero durante los últimos cuatro años, incluidas aproximadamente 200 personas que se declararon culpables de agredir a las fuerzas del orden.
Cientos de acusados del 6 de enero que no participaron actos violentos y de destrucción fueron acusados de delitos menores de allanamiento, y muchos de ellos pasaron poco o ningún tiempo entre rejas.
Pero la violencia de ese día ha quedado documentada extensamente a través de videos, testimonios y otras pruebas vistas por jueces y jurados en el tribunal que está a distancia visual del Capitolio.
La policía fue arrastrada hacia la multitud y golpeada. Los alborotadores usaron armas improvisadas para atacar a la policía, incluidos mástiles de banderas, una muleta y un palo de hockey. Los investigadores documentaron una serie de armas de fuego en la multitud, así como cuchillos, un tridente, un hacha tipo tomahawk, guantes con nudillos de latón y otras armas. Los oficiales han descrito en testimonios el temor por sus vidas mientras miembros de la turba les gritaban insultos y obscenidades.
De las más de 1.500 personas acusadas, aproximadamente 250 personas fueron condenadas por delitos por un juez o un jurado después de un juicio, mientras que más de 1.000 más se declararon culpables de delitos. Solo dos personas fueron absueltas de todos los cargos por jueces después de juicios sin jurado. Ningún jurado ha absuelto completamente a un acusado de disturbios en el Capitolio.
Más de 1.000 alborotadores habían sido sentenciados, de los que más de 700 recibieron penas de cárcel. Al resto se les impuso alguna combinación de libertad condicional, servicio comunitario, detención domiciliaria o multas.
___
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.