Sentada en el suelo de la cocina sobre papeles de periódico desplumando palomas para cocinarlas al caldero, es uno de los muchos recuerdos que la escritora Yolanda Arroyo Pizarro atesora con su abuela materna Petronila.
“Yo fui una nieta parida por su abuela, en el sentido de que me crio ella, yo crecí con todas las historias que me hacía”, expresó Arroyo Pizarro al explicar que, aunque falleció en 2003, los cuentos que le compartía su abuela Petronila Cartagena de Pizarro siguen vivos y caminan junto a ella. Tanto así que, “casi sin ningún esfuerzo”, la artista plasmó en papel las vivencias derivadas de sus largas charlas con su abuela.
Preservar las anécdotas con nuestros abuelos y abuelas, recordarlas y honrarlas es la invitación que propone Arroyo Pizarro a solo días de la cuarta edición de la Cumbre Internacional de Afrodescendencia 2025. Con el lema “Recordar es Resistir: los saberes afros importan”, el evento es dedicado al historiador santurceño Arturo Alfonso Schomburg, quien rescató la historia negra y afrodescendiente mediante la recopilación y preservación de archivos, historias orales, fotos, objetos y otras memorabilia.
“Abuela siempre me tenía a mí con muchas hebillas, con algo colorido en la cabeza, esas mismas hebillitas cuando yo llegaba del kinder o del primer grado, yo me las quitaba y se las ponía a ella”, recordó la artista al reconocer que la ropa y la decoración permiten la conexión espiritual y emocionalmente con “los que ya no están”.
Para Arroyo Pizarro el acto de recordar es una provocación a ser desobediente ante el sistema capitalista, que opta por el desecho y el olvido. “El cimiento del capitalismo, el cimiento de los sistemas financieros y monetarios del mundo es el desecho, es el desechar, es que haya cosas que sobren y que porque sobran son desestimadas”, sostuvo la investigadora. Por consiguiente, “recordar y resistir” es una consigna para “meterla en nuestro fuero interno, meterla en el pecho, en la mente…”, agregó.
Recuerda que, de pequeña, se reunía frecuentemente en el barrio Amelia en Guaynabo con todos sus vecinos, con los que construyó memorias trascendentes. “Esas historias conforman ese manantial, ese almacenamiento de historias que al final se convirtieron en páginas de todos mis libros”, destacó la cuentista al reafirmar que “recordar es resistir desde lo más básico que es el recuerdo inmediato”.
Arroyo Pizarro, dentro de sus otros esfuerzos para conservar la memoria histórica, dirige la Cátedra de Mujeres Negras Ancestrales desde el 2015, un proyecto de creación literaria que pretende visibilizar las narrativas afrofeministas y antirracistas mediante la escritura creativa, documentaciones genealógicas, investigaciones y talleres de poesía.
Luego de la publicación del primer libro de la Cátedra de Mujeres Negras Ancestrales, “Capitán Cataño y las trenzas mágicas” en 2015, EDP University le extendió una invitación para unirse a la institución como escritora residente y convertirse en la sede del proyecto.
“Capitán Cataño y las trenzas mágicas” es una representación del cimarronaje y la colectividad como conceptos inherentes. El vínculo entre los personajes Ashanti y Viti, madre e hijo, se refleja en la transferencia de conocimiento sobre el cimarronaje luego de que Ashanti le trenza el cabello como un mapa para que pudiese llegar, por las calles de Cataño, a su clase de arte en la Bahía de San Juan. Mediante el camino, se une a otros niños que también necesitan llegar a su curso y lidera el recorrido, lo que plasma la sabiduría de los ancestros cimarrones y cimarronas.
Otra figura antecesora en la literatura de la Cátedra se encuentra en “Papapedia”, un cuento de narra la historia de un hombre negro que cría a sus dos hijos. El personaje “Papapedia” está inspirado en su papá Víctor Pizarro.
Cada obra es una pregunta para los lectores a medida que insta al público a tomar una posición de pensamiento crítico y autorreflexión. Un ejemplo de ello es “Pelo bueno”, un libro infantil de su autoría que problematiza el discrimen hacia el cabello rizo y diferentes texturas de pelo, que tanto niñas, mujeres y ancianas tienen la oportunidad de concientizar la violencia que reciben las personas con cabello afro y rizado. Aunque el texto está dirigido a la niñez, la educadora contó que presentó la obra a generaciones mayores en un asilo de ancianos, por lo que la historia trascendió hasta a lectores de hasta 100 años.
La Cátedra iniciativa surgió como respuesta a una convocatoria de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ante la conmemoración del Decenio Internacional de los Afrodescendientes, llevado a cabo desde 2014 hasta el 2024.
Al culminar el decenio el año pasado, la UNESCO declaró “Reconocimiento, Justicia y Desarrollo” como temática para el Segundo Decenio Internacional para las Personas Afrodescendientes, que se extiende desde 1 de enero de este año hasta el 31 de diciembre de 2034. “Ahora van a ser dos décadas, o sea, 20 años en vez de solamente 10 años. Y eso es muy bueno”, opinó la guaynabeña. Incluso, visiona “cimarronaje puro y duro” durante el Decenio Afrodescendiente vigente. “Yo pienso que estos próximos diez años no son los últimos y cuando se estén acabando, vamos [las organizaciones antirracistas] a pedir una extensión de 30 años. ¿Quién sabe? A lo mejor le dedicamos a este siglo el siglo de las negritudes”.
La Cátedra de Mujeres Negras Ancestrales ha colaborado con el Departamento de Educación de Puerto Rico (DE), lo que resultó en la implementación por ley de una guía antirracista en los currículos desde kindergarten hasta duodécimo grado. Se trata de la Ley 24, radicada en agosto de 2021 por la exsenadora bajo el Movimiento Victoria Ciudadana, Ana Irma Rivera Lassén. Igualmente, la medida estableció el 21 de marzo como el “Día Nacional para la Erradicación del Racismo y Afirmación de la Afrodescendencia”.
“Un tema de negritudes y de racismo, se convierte de pronto en una política publica, en una ley, de esta forma, conversaciones informales, basadas en las vivencias como persona negra, se transforman en una ley”, aseveró la artista.
Un modelo que la egresada de la Universidad de Sagrado Corazón utilizó para originar textos y pensamientos provocativos para combatir la opresión racial fue a la investigadora afroestadounidense Angela Davis, quien planteaba que “no solamente es necesario decir que no eres racista, sino que también debes decir “yo soy antirracista”, declararlo y accionarlo. Otro pilar que figura el archivo literario es atravesar los portones de las universidades y escuelas, por lo que su esquema también consiste en asistir a personas que se educan en el hogar, alumnos de los sistemas educativos Montessori, y grupos de educación popular tanto de adultos como de niños.
“Al principio fue difícil”, admitió la directora de la Cátedra de Mujeres Negras Ancestrales al reconocer que no todas las las personas en la isla comprenden que la educación antirracista es necesaria.
Sus composiciones literarias normalmente remontan al pasado y a las tradiciones de la genealogía, por lo que Arroyo Pizarro realza a las abuelas, bisabuelas y tatarabuelas. Actualmente, Arroyo Pizarro se encamina a producir literatura sobre las hijas para eventualmente recolectar las memorias de los nietos y nietas, bisnietos y nietas futuras. “Eso me tiene bien ilusionada, así que vamos por ahí a ver qué pasa”, añadió la autodenominada “afrodiva”.
“Lo que está haciendo la Cumbre Afro, lo que está haciendo la Universidad de Puerto Rico, lo que estamos haciendo aquí en EDP University y en la Cátedra de Mujeres Negras Ancestrales es un germen que deseamos que todos nos contagiemos”, proclamó la experta al reiterar que la recopilación de archivos históricos sobre negritud, la investigación genealógica y la preservación de voces antecedentes son aspectos preciados para “recordar y resistir”.
Al preguntarle sobre el impacto de eventos como la Cumbre Afro en su carrera de escritura y en su carácter personal, Arroyo Pizarro respondió que el hecho de que exista un evento como tal “es un sueño hecho realidad”.
La escritora participará de la Cumbre Afro 2025, que se llevará a cabo desde el 17 hasta el 20 de marzo en un horario de 8:30 a.m. a 5:00 p.m. en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPRRP).
La Cumbre Internacional de Afrodescendencia es una conferencia anual masiva gestada desde el Centro de Investigación y Archivo Digital en Afrodescendencia (Centro PRAFRO) de la UPRRP a manos de la investigadora principal Mayra Santos Febres, y financiado por The Andrew Mellon Foundation. El Centro PRAFRO se dedica al estudio de la cultura y la historia afrodescendiente a través de un archivo digital, investigación, publicaciones y eventos como la Cumbre Afro.
Por primera vez, durante su cuarto año de celebración, el evento se muda a la ciudad de Nueva York en colaboración con el Centro de Estudios Puertorriqueños de Hunter College.
Desde las islas caribeñas, gran parte de Latinoamérica hasta África son algunos de los más de 50 expertos en afrodescendencia convocados para entablar lazos entre organizaciones y generar diálogos sobre la memoria afro, los archivos, la preservación histórica, el recuerdo y la resistencia.
Arroyo Pizarro será parte del conversatorio inaugural de la Cumbre Afro a presentarse el lunes, 17 de marzo a las 8:30 en el salón L-1 de la Escuela de Derecho. Asimismo, la autora será panelista del conversatorio “Afrofuturismo: lecturas críticas de nuestras textualidades” el jueves, 20 de marzo a las 2:30 p.m. en el Anfiteatro 2 de la Facultad de Estudios Generales.
La educadora reflexionará sobre los textos afrofuturistas junto a la pedagoga camerunesa Jeanne Rosine, el escritor puertorriqueño Luis Othoniel Rosa, y la activista afroperuana Natalia Barreras Francis bajo la moderación del estudiante doctoral en literatura comparada, Jeremy Santiago. Varios expertos afirman que “la idea principal del afrofuturismo es imaginar mundos posibles, hay quien le añade distopías o mundos distópicos o quien dice que son mundos utópicos”, respondió la afrofeminista al indagar sobre la literatura y el concepto afrofuturista.
“Un túnel del tiempo”, así describe la literatura afrofuturista y la sensación que se desata en ella al observar la foto de su abuela, un recuerdo pasado que le genera una reacción física en el presente. “Es recordarla a ella] dándome la mano”, concluyó, la nieta de Petronila Cartagena.