Después de más de un mes hospitalizado por una neumonía en ambos pulmones, el Papa Francisco será dado de alta este domingo, según informó el director médico del hospital Gemelli, el Dr. Sergio Alfieri.
El pontífice, de 88 años, necesitará al menos dos meses de descanso y rehabilitación mientras continúa su recuperación en el Vaticano.
Francisco fue ingresado en el hospital romano el pasado 14 de febrero, tras un episodio de bronquitis que se complicó rápidamente y derivó en una peligrosa infección pulmonar. Según sus médicos, el Papa enfrentó varias crisis respiratorias que lo mantuvieron en condición crítica durante parte de su hospitalización.
Este sábado, en la primera conferencia de prensa presencial desde el 21 de febrero, los médicos ofrecieron detalles sobre el complejo cuadro clínico que enfrentó el pontífice. Inicialmente se le diagnosticó una infección respiratoria de origen bacteriano, viral y fúngico, que progresó a una neumonía en ambos pulmones. También presentó signos de anemia, disminución de plaquetas y un inicio de insuficiencia renal, condiciones que fueron revertidas con dos transfusiones de sangre.
El 28 de febrero, el Papa sufrió una grave crisis de tos que provocó la inhalación de vómito, lo que obligó al uso de ventilación mecánica no invasiva. En los días siguientes, vivió dos crisis respiratorias adicionales que requirieron intervención médica para aspirar manualmente la acumulación de mucosidad. Desde entonces, comenzó a dormir con la ayuda del dispositivo para facilitar la limpieza de los pulmones.
A pesar de la gravedad de su estado, nunca perdió el conocimiento y se mantuvo alerta y cooperativo, según el equipo médico.
En las últimas dos semanas, el Papa ha mostrado signos de mejoría y ha reducido su dependencia de oxígeno suplementario durante el día. Ya no necesita usar el dispositivo de ventilación por las noches.
El Vaticano anunció que Francisco realizará este domingo su primera aparición en vivo desde su ingreso al hospital, ofreciendo su bendición dominical desde la ventana de su suite en el décimo piso del hospital Gemelli. Hasta ahora, su presencia pública se había limitado a un mensaje de audio difundido el 6 de marzo y una fotografía divulgada el 16 de marzo.
Esta ha sido la hospitalización más larga del Papa Francisco desde el inicio de su pontificado en 2013. Su condición de salud ha sido motivo de preocupación, especialmente por su historial médico: padece una enfermedad pulmonar crónica y perdió parte de un pulmón en su juventud.