Hospitales y grupos comunitarios se mostraron preocupados ante la falta de aprobación final del Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE por sus siglas en inglés) para instalar sistemas de resiliencia energética —mediante energía renovable— en centros de salud comunitarios.
Aunque el DOE anunció condicionalmente en diciembre de 2024 una inversión de hasta $365 millones para estos proyectos, el acuerdo definitivo no se ha firmado. Específicamente, los grupos se alarmaron porque dicho financiamiento federal subvencionaría los costos de almacenamiento en baterías y tecnologías que aseguran electricidad durante apagones.
“La salud de nuestro pueblo depende de ello”, afirmó Carlos Velázquez, director del Interstate Renewable Energy Council (IREC) en Puerto Rico.
Creado tras los estragos del huracán María en 2017, el esfuerzo federal es parte del Fondo de Resiliencia Energética de Puerto Rico (PR-ERF) con el fin de reforzar la infraestructura eléctrica en comunidades de alto riesgo.
En la segunda fase del programa, el DOE seleccionó cuatro propuestas en Puerto Rico para otorgar energía resiliente a facilidades de salud comunitaria y a viviendas de interés social. Asimismo, los tres principales recipientes de estas subvenciones son la Administración de Vivienda Pública de Puerto Rico, la Hispanic Federation y la empresa Dynamic Solar Solutions, quienes recibieron adjudicaciones condicionales en diciembre del año pasado.
Una vez finalicen las negociaciones del convenio cooperativo con el DOE, los establecimientos elegidos liderarán la instalación de sistemas energéticos en áreas rurales y de alta vulnerabilidad como la montaña central, el sur y el oeste. Aun así, las negociaciones no se han concretado.
“Cuando colapsa la red eléctrica, estas facilidades médicas se convierten en oasis de energía para sus comunidades. Por eso es crucial que este esfuerzo de resiliencia energética llegue a todos los rincones de Puerto Rico,” explicó Javier Rúa Jovet, director de Política Pública de la Asociación de Energía Solar y Almacenamiento de Puerto Rico (SESA).
“Estamos listos para comenzar. Ya tenemos personal capacitado y planes desarrollados, pero sin ese acuerdo final del DOE no podemos movernos. Cada día de retraso es un día más que nuestros hospitales siguen expuestos’, declaró el director de IREC.
Según documentos del DOE, se aspira a equipar cerca de 450 centros de salud en toda la isla, por lo que beneficiaría directamente a 45,000 puertorriqueños atendidos en las instalaciones. Además, se calcula que los sistemas de energía resiliente evitarían más de 140,000 horas de interrupciones en servicios médicos esenciales.
De este modo, se anticipan ahorros operacionales de más de $132 millones para los centros de atención médica, al igual que la creación de más de 6,750 empleos vinculados a manufactura e instalación en Estados Unidos.
El DOE, a su vez, financiaría hasta el 90% del costo de cada sistema; en otras palabras, la adquisición sería prácticamente gratuita, con solo una mínima cantidad para mantenimiento.
“Los sistemas de resiliencia energética que se estarían instalando en los hospitales alrededor de la isla garantizarían que las próximas temporadas de huracanes sean unas con menos preocupaciones, en especial en el sector de la salud”, advirtió Frances Berríos, presidenta del Colegio de Peritos Electricistas de Puerto Rico (CPEPR).
Sin embargo, el cambio de administración federal también conllevó un cambio de enfoque. Precisamente, esta semana en una reunión de Gabinete, el secretario del DOE, Chris Wright, dijo la estrategia para Puerto Rico no se enfocará en la energía renovable.
“Puerto Rico, un territorio estadounidense, tuvo su red eléctrica destruida. Tenían miles de millones de dinero en el Departamento de Energía para ayudar a Puerto Rico, y, sin embargo, no gastaron ese dinero, porque ese dinero habría significado más energía, más empleos, más prosperidad en Puerto Rico”, argumentó Wright mientras Trump asentía con la cabeza, según reportó El Diario de Nueva York.
“Querían dejarlos como un ejemplo de energía eólica y solar. Esta isla debería funcionar con energía eólica y solar. Eso no funciona. Pero le importaba más la política que el pueblo estadounidense y no trataron el dinero como si fuera su dinero”, continuó el funcionario.