Un gran jurado federal en el Distrito de Puerto Rico acusó el jueves a Carlos Guerra Colón por conspirar para distribuir fentanilo y poseer con intención de distribuir cocaína, tras una intervención ocurrida el 18 de marzo en la oficina postal principal de Aguadilla.
“Eliminamos las redes de tráfico de drogas como parte de nuestros esfuerzos para combatir la crisis del fentanilo y salvar vidas”, expresó W. Stephen Muldrow, fiscal federal del Distrito de Puerto Rico, en declaraciones escritas.
De acuerdo con documentos del tribunal, Guerra Colón fue arrestado por agentes del Servicio de Inspección Postal de Estados Unidos (USPIS, por sus siglas en inglés) luego de recoger un paquete que contenía 2.365 kilogramos de fentanilo. Al momento de su detención, las autoridades también ocuparon 24 bolsas tipo “zip lock” con cocaína en el vehículo del imputado.
“El fentanilo es un arma de destrucción masiva disfrazada de droga. Mata indiscriminadamente y causa sufrimiento en muchas familias. La DEA perseguirá cada traficante, desmantelará cada red y hará cumplir la ley con determinación para proteger nuestras comunidades”, afirmó Michael Miranda, agente especial a cargo de la División del Caribe de la DEA.
De ser hallado culpable, Guerra Colón enfrenta una sentencia mínima de 10 años de cárcel y una pena máxima de cadena perpetua. La sentencia final será determinada por un juez federal considerando las guías de sentencia de Estados Unidos y otros factores legales.
La investigación está a cargo de la Administración Federal Antidrogas (DEA), con la colaboración del USPIS, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (HSI), el Negociado Federal de Investigaciones (FBI), la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) y el Negociado de la Policía de Puerto Rico.
Este caso forma parte de la iniciativa federal “Operation Take Back America”, enfocada en desmantelar organizaciones criminales transnacionales, combatir el crimen violento y proteger a las comunidades.