La Asociación de Laboratorios Clínicos de Puerto Rico aclaró este domingo que la presencia de residuos biomédicos en la desembocadura del Río Grande de Añasco no corresponden a las prácticas de laboratorios que pertenecen a la agrupación.
La entidad detalló que poseen “estrictos protocolos de manejo y disposición” de residuos biomédicos, que “evidencian su compromiso con la salud pública y la protección ambiental”.
“Nuestros laboratorios siguen procedimientos rigurosos, que cumplen tanto con la normativa local—incluida la Ley 180-2008— como con los requisitos federales, garantizando la disposición correcta de materiales peligrosos y desechos contaminados. Adicionalmente, colaboramos con empresas autorizadas para ofrecer estos servicios, lo que refuerza nuestra responsabilidad y compromiso con la seguridad de la comunidad y la preservación de nuestros ecosistemas”, detallaron en declaraciones escritas.
“Reiteramos que nuestros procesos de disposición de residuos biomédicos son una parte fundamental de nuestro compromiso con la calidad, la seguridad y la excelencia en el servicio de salud”, agregaron.
La Comisión de la Región Oeste en la Cámara de Representantes se encuentra evaluando esta situación que ha sido denunciado por las comunidades aledañas por más de tres décadas.
Se trata de la Resolución de la Cámara 168, de la autoría de la presidenta de la comisión cameral Odalys González González y el representante José “Che” Pérez Cordero, que busca que el informe que se presente como producto de esta investigación sea “el inicio de la creación de nueva legislación o enmiendas a la ya existente, que faculten a las agencias pertinentes a atender y establecer un manejo y disposición adecuado de este tipo de desperdicios, así como las más estrictas medidas para disuadir y castigar a quienes irresponsablemente provoquen que los desperdicios biomédicos entren en contacto con nuestros cuerpos de agua y demás recursos naturales”.