El mangaka Tomio Hidaka, autor de Ain Soph in the Finite World, lanzó una bomba en redes sociales tras compartir una realidad preocupante (y para algunos, sorprendente) del sector editorial japonés: «Ahora mismo realmente no hay suficientes dibujantes de manga».
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Según Hidaka, incluso si un guion es aprobado por una editorial, el proyecto puede quedar en pausa indefinida… simplemente porque no hay nadie disponible para dibujarlo.
La publicación no tardó en hacerse viral, y con razón. ¿Cómo puede ser que en una industria tan saturada y competitiva falten artistas? La respuesta, como suele ocurrir en estos casos, es un cóctel de factores estructurales, nuevas dinámicas laborales y una sobrecarga creativa que parece no tener freno.
El arte de dibujar… y sobrevivir
Muchos mangakas trabajan solos o con un equipo mínimo, encargándose tanto del guion como del dibujo —un esfuerzo que no solo requiere habilidades multidisciplinarias, sino también una resistencia física y emocional admirable.
No es casual que el propio Eiichiro Oda (One Piece) haya dicho más de una vez que apenas duerme, o que autores como Makoto Yukimura (Vinland Saga) tomen pausas prolongadas para no colapsar.
Pero no todos siguen ese camino. En los últimos años ha surgido una corriente cada vez más fuerte de autores que prefieren centrarse exclusivamente en el guion, como Aka Akasaka (Kaguya-sama: Love is War), quien ahora trabaja con distintos ilustradores según el proyecto.
La fórmula ha funcionado, pero también ha generado una nueva presión: encontrar dibujantes disponibles, con buen nivel, y capaces de cumplir con fechas de entrega constantes.
Spoiler: no es nada fácil.
Un modelo que empieza a mostrar grietas
Lo que era la norma —una serie semanal, con 20 páginas y solo un puñado de asistentes mal pagados— hoy empieza a parecer insostenible. “Las series semanales no son algo que un ser humano deba hacer”, escribió un usuario en X (antes Twitter). Y no es el único que lo piensa.
La mayoría de los comentarios en redes apuntan a lo mismo: el problema no es solo de cantidad, sino de condiciones. Dibujar manga requiere no solo talento, sino también una fortaleza física que pocos pueden sostener semana tras semana.
Además, la paga no siempre compensa el esfuerzo, sobre todo cuando las obras se publican en revistas pequeñas o plataformas digitales con ingresos inciertos.
También se ha señalado la falta de apoyo a los nuevos talentos. “Antes te daban un espacio de trabajo, asistentes, y alguien te guiaba”, recuerda otro usuario.
Hoy, muchos aspirantes a mangaka deben enfrentarse solos al mercado, publicando directamente en redes sociales y cruzando los dedos para que algún editor los descubra.
¿La solución está en la IA? El debate sigue
Como era de esperarse, no faltaron las voces que sugirieron que ya es hora de dejar que la inteligencia artificial tome el lápiz. “Ya deberíamos dejar que la IA dibuje los mangas”, soltó un internauta.
Pero otros recordaron que, por muy impresionante que sea Midjourney o cualquier generador de imágenes, aún no pueden reemplazar la expresividad, la narrativa visual y el ritmo que requiere una buena obra de manga.
El panorama plantea varias preguntas: ¿es sostenible el modelo de publicaciones semanales? ¿Se deberían priorizar obras mensuales con más tiempo de producción? ¿Es mejor tener menos series, pero con calidad asegurada?
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Lo cierto es que nunca ha habido tantos mangakas como hoy, pero también parece que nunca fue tan difícil encontrar dibujantes disponibles. Si alguna vez soñaste con trabajar en manga y sabes sostener un lápiz… quizás este sea tu momento.
Porque sí: hay historias esperando ser dibujadas. Literalmente.