La Semana Santa representa para muchos puertorriqueños una excelente oportunidad para vacacionar, descansar o compartir en familia durante el primer fin de semana largo del año. Sin embargo, para la comunidad cristiana —y especialmente los católicos—, también es un momento de profunda reflexión espiritual.
Mientras algunos se desconectan de la rutina para disfrutar de la playa o de un viaje por la isla, la Iglesia recuerda que estos días marcan el corazón de la fe cristiana: la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, culminando en la celebración de la Pascua.
“El Triduo Pascual —Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado de Gloria— es el centro de la espiritualidad cristiana. Representa lo que hace única la fe cristiana entre las religiones monoteístas: la encarnación de Dios, su pasión, muerte y resurrección”, explicó a Metro Puerto Rico el padre Orlando Lugo, párroco de la Parroquia Santísimo Sacramento en Ponce.
Días para recordar… y también para vivir con propósito
El Miércoles Santo marca el fin de la Cuaresma y da paso a los días más importantes del calendario litúrgico. En Jueves Santo se conmemora el mandamiento del amor, la institución de la Eucaristía y el sacerdocio. “Jesús lavó los pies a sus discípulos y compartió la última cena. Ese gesto de humildad y servicio lo celebramos cada año”, dijo Lugo.
El Viernes Santo es día de recogimiento, ayuno y penitencia, recordando la crucifixión de Jesús. Aunque es el único día en que no se celebra misa, en Puerto Rico existe una tradición muy especial: visitar siete iglesias, en honor a las siete palabras de Cristo en la cruz y otros símbolos bíblicos. “Es una costumbre muy puertorriqueña que profundiza nuestra conexión con el sacrificio del Señor”, añadió el sacerdote.
El Sábado de Gloria y el Domingo de Resurrección celebran la gran novedad cristiana: la victoria sobre la muerte. “Jesús resucita y con ello demuestra que es Dios entre nosotros. Ese misterio es la esencia del cristianismo”, afirmó Lugo.
¿Vacacionar en Semana Santa? Sí, pero con sentido
Muchos optan por salir de la ciudad, ir a la playa o darse una escapada durante este fin de semana largo. ¿Está mal hacerlo? Para el padre Lugo, la respuesta es clara: “No es pecado irse de vacaciones, pero sí lo es olvidarse de Dios en los días más importantes de nuestra fe”.
El llamado es a integrar el descanso con momentos de reflexión y gratitud. Ya sea en una parroquia local, una iglesia en la montaña o simplemente en silencio frente al mar, hay espacio para conectar con lo espiritual desde cualquier rincón de la isla.
Así que, si vas a vacacionar este fin de semana de Semana Santa, hazlo con propósito. Desconéctate del estrés, pero no de tu fe. Encuentra en este descanso una oportunidad para renovar cuerpo, mente y espíritu.