Una sola imagen es suficiente para que la naturaleza y sus maravillosos espectáculos, nos regalen al mismo tiempo dos de sus fenómenos más asombrosos: un meteorito atravesando el cielo mientras las luces de una aurora boreal se despliegan con elegancia.
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Este tipo de coincidencias visuales son raras, pero cuando ocurren, nos recuerdan la belleza y el misterio del cosmos.
Entendemos por meteoritos a los fragmentos de roca o metal que viajan a gran velocidad por el espacio. Cuando uno de ellos entra en la atmósfera terrestre, la fricción lo calienta y lo hace brillar, generando lo que comúnmente conocemos como una “estrella fugaz”. En ocasiones, si el fragmento sobrevive al impacto, puede llegar al suelo.
Por otro lado, las auroras boreales, a las que también conocemos como luces del norte, son fenómenos luminosos que ocurren cerca de los polos del planeta.
Se producen cuando partículas cargadas provenientes del Sol chocan con la magnetosfera de la Tierra. Estas partículas, guiadas por el campo magnético terrestre, interactúan con los gases de la atmósfera, liberando energía en forma de luz.
El resultado: cielos teñidos de verdes, violetas y rojos que parecen danzar con cada ráfaga solar.
Para estas fechas, en las que se avecinan millones de partículas, producto de la reciente tormenta solar, las auroras boreales se verán con muchísima más intensidad.
Cuando estos dos fenómenos coinciden
La coincidencia de ambos fenómenos en una misma toma es poco común. Mientras los meteoros duran apenas unos segundos, las auroras pueden mantenerse durante horas, pero no todos los días son visibles.
La fotografía capta el momento exacto en que una “estrella fugaz” cruza un telón de luces verdes, creando una escena tan fugaz como inolvidable.
A continuación les dejamos la imagen en una alta calidad de definición, por si quieren usarla como fondo de pantalla.