Dos medidas legislativas radicadas este mes proponen garantizar acceso a terapias regenerativas y tratamientos especializados, como injertos de piel sintética, a personas quemadas en el archipiélago.
Sometidas por el senador popular José Luis Dalmau Santiago, el Proyecto del Senado 636 enmendaría la ley habilitadora de la Administración de Seguros de Salud y el Código de Seguros de Salud para asegurar que los tratamientos y las terapias para minimizar cicatrices se consideren esenciales.
Esta legislación, que se llamaría la Ley de Cubiertas de Seguros Médicos para Tratamientos de Personas Quemadas, busca atender una población vulnerable y, muchas veces, excluida por altos costos y falta de cobertura médica. También dispone para que los hospitales informen al Departamento de Salud (DS) sobre los casos de quemaduras que reciben para recopilar estadísticas.
“Es inaceptable que en estos tiempos, personas que han sufrido quemaduras severas no tengan acceso a tratamientos que son vitales para su recuperación física y emocional. Esta medida reconoce esos tratamientos como una necesidad médica, no un lujo”, expresó el expresidente del Senado.
En Puerto Rico, se estima que cientos de personas, especialmente menores, sufren quemaduras cada año, muchas de las cuales requieren tratamientos prolongados y costosos.
A su vez, Dalmau Santiago radicó la Resolución Conjunta del Senado 64 para ordenar al gobierno identificar $500,000 de los fondos federales del Plan de Rescate Americano (ARPA) y destinarlos a la Fundación A-Mar para Niños Quemados, Inc., dirigida por Bonnie Guzmán. Estos fondos permitirían mejorar las instalaciones ambulatorias y adquirir equipos especializados para tratar a pacientes con quemaduras.
“La Fundación A-Mar realiza una labor crucial y merece el respaldo del Estado. Esta resolución busca facilitar que esa ayuda llegue a tiempo y con el alcance necesario”, añadió el legislador.
“Es urgente tomar acción y aprobar medidas que permitan atender a las poblaciones vulnerables. Las personas con quemaduras graves, no solo sufren consecuencias físicas, sino emocionales, que deben ser atendidas en su totalidad”, sentenció Dalmau Santiago.