Tyrese Haliburton no esquivó responsabilidades. El base de los Pacers de Indiana, dos veces seleccionado al Juego de Estrellas, asumió la culpa por la estrepitosa caída de su equipo en la segunda mitad del Juego 3 de las finales de la Conferencia Este, que permitió a los Knicks de Nueva York recortar su desventaja en la serie a 2-1.
“Sentí que nos estancamos un poco en ese extremo”, dijo Haliburton tras la derrota 106-100 del domingo. “Simplemente no hicimos un buen trabajo al seguir jugando rápido. Yo fui parte del problema. En el último cuarto, caminé el balón en cada posesión. Eso tiene que mejorar”.
Sin embargo, el entrenador Rick Carlisle cree que el problema va más allá del desempeño de su armador estelar. “Es responsabilidad de todos”, señaló el lunes al reanudar prácticas. “Tenemos que cerrar mejor los partidos”.
El colapso de Indiana fue notorio: una ventaja de 16 puntos desapareció en los últimos 20 minutos, impulsada por un Karl-Anthony Towns imponente, que anotó 20 de los 36 puntos de su equipo en el último cuarto. La defensa de Nueva York también subió de nivel, dejando a los Pacers con apenas 42 puntos en la segunda mitad, su cifra más baja en lo que va de los playoffs.
Los ajustes tácticos del técnico Tom Thibodeau también hicieron mella. La decisión de colocar a Mitchell Robinson como titular en lugar de Josh Hart pareció abrirle nuevas posibilidades al equipo, aunque Hart y Towns jugaron papeles fundamentales en la remontada final. Ambos salieron con aparentes molestias en la rodilla, pero Thibodeau se mostró confiado en que estarán listos para el cuarto juego, que se celebrará el martes en Indianápolis.
El dato curioso de la serie: los tres primeros juegos han sido ganados por el equipo visitante. Los Knicks, de hecho, han ganado seis de siete partidos fuera de casa en esta postemporada. Su única caída fue ante Boston en la segunda ronda.
Para Indiana, no es la primera vez que enfrentan presión. En la serie anterior contra Cleveland, ganaron los dos primeros partidos como visitantes, cayeron en casa en el tercero y respondieron con una contundente actuación en el cuarto juego. Esa experiencia podría ser clave para este nuevo reto.
Haliburton tendrá una motivación especial: su padre, John, estará en el Gainbridge Fieldhouse, en su primer juego en persona desde que fue expulsado tras celebrar efusivamente el pase de los Pacers ante Milwaukee en la primera ronda.