David Richardson, el recién nombrado director interino de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), expresó a empleados que anteriormente no estaba al tanto de que Estados Unidos tiene una temporada de huracanes, que comenzó oficialmente el 1 de junio.
Las expresiones del funcionario -reportadas inicialmente por Reuters- durante una reciente reunión con empleados de FEMA, sorprendió a muchos expertos en gestión de emergencias y a funcionarios del gobierno.
Aunque algunas personas presentes en la reunión sugirieron que el comentario podría haber sido una broma, no está claro si en realidad lo fue.
Su declaración levantó cuestionamientos sobre su preparación para liderar FEMA en un periodo crucial, dado el papel fundamental de la agencia en la coordinación de respuestas ante desastres naturales, especialmente en un país vulnerable a huracanes.
Este inesperado comentario de Richardson ha generado preocupaciones sobre su capacidad para gestionar eficazmente la agencia en tiempos de crisis, cuando se espera que FEMA esté completamente preparada para mitigar los efectos de los fenómenos meteorológicos extremos.
Por su parte, la Casa Blanca ha salido en defensa de Richardson, asegurando que está comprometido con aprender rápidamente los detalles necesarios para desempeñar su rol de manera eficiente. “David es un líder altamente calificado, y su experiencia previa en situaciones de emergencia será un gran activo para la agencia”, declaró un portavoz presidencial.
La temporada de huracanes de este año promete ser especialmente activa, según los meteorólogos, lo que aumenta las expectativas de que FEMA esté lista para enfrentar posibles desastres. Expertos en el tema han señalado que la agencia debe mantenerse ágil y coordinarse de manera eficiente con otras entidades gubernamentales y locales para ofrecer respuestas oportunas ante cualquier eventualidad.
A pesar de su declaración, Richardson ha afirmado que está trabajando diligentemente con su equipo y con expertos para abordar las necesidades inmediatas y asegurarse de que FEMA esté completamente preparada para enfrentar cualquier desastre que ocurra en los próximos meses.