La compra de una vivienda en Puerto Rico es cada vez más cuesta arriba. El Índice de Vivienda Asequible, publicado por la firma de economistas Estudios Técnicos, cerró el 2024 en 57%, una de las cifras más bajas desde que se calcula este indicador.
El dato confirma una tendencia: la mayoría de las familias en la isla no cuentan con el ingreso suficiente para cualificar a un préstamo hipotecario promedio.
La situación se agrava por el alza sostenida en los precios de las propiedades. Según la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras, el precio promedio de una unidad nueva subió un 18.4% en 2024, alcanzando los $367,716. Las viviendas usadas aumentaron 12.8%, a $212,811. En paralelo, el mercado vio una caída del 7.5% en el número de unidades vendidas: 9,996 en 2024, unas 814 menos que el año anterior.
“El problema de asequibilidad continúa profundizándose, y eso es preocupante”, advirtió el economista Leslie Adames, director de Análisis y Política Económica de ETI. El índice, que mide la capacidad de una familia típica para obtener un préstamo hipotecario con un 20% de pronto pago, bajó de 65% en 2023 a 57% en 2024. Un valor de 100% representa el ingreso ideal para adquirir una vivienda promedio.
A pesar de una leve baja en las tasas de interés hipotecarias —de 7.06% en mayo a 6.72% en diciembre— los niveles siguen siendo elevados frente al promedio prepandemia de 4.04%. “No hay indicios de que la asequibilidad vuelva pronto a niveles como los de 2011 al 2019, cuando el índice promediaba 84%”, añadió Adames.
El panorama para este año luce aún más cuesta arriba. La Administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump reinstauró aranceles del 25% al acero y aluminio, materiales claves en la construcción, y esta semana se anunció la posibilidad de duplicarlos al 50%. “Esto ejercerá una presión adicional en el costo de construir nuevas unidades, lo que se traducirá en precios más altos para los compradores”, advirtió Adames.