Mientras China, India y Japón afinan sus cohetes, Corea del Sur demuestra que también quiere su pedacito de polvo lunar. La recién estrenada Administración Aeroespacial de Corea (KASA) ha publicado un plan maestro que va desde orbitar la Tierra en microgravedad hasta levantar una base económica en la Luna… ¡para 2045!
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Danuri, el pionero lunar made in Korea
La aventura comenzó en 2022 con Danuri, la sonda que Corea lanzó al espacio a bordo de un Falcon 9 de SpaceX. Danuri llegó a la órbita lunar, desplegó sus instrumentos y sigue estudiando minerales y probando tecnologías que harán posible sus hermanos robóticos futuros.
Fue el primer paso de un programa que demuestra: si quieres llegar lejos, hay que empezar por probar todo en casa.
KLEP Fase 2: módulo lunar y rover surcoreano
Para 2032, KASA aspira a posponer un módulo robótico sobre el suelo gris de la Luna. Junto a él, un orbitador de apoyo y un rover de 20 kilos que explorará cráteres y probará frenos de polvo lunar. Todo lanzado desde Corea, a bordo del cohete KSLV-III y despegando del Centro Espacial Naro.
Adiós a depender siempre de proveedores internacionales: Corea quiere llevar su bandera y su tecnología a cada lanzamiento.
Del carbón a los cráteres: pruebas de minería espacial
Antes de excavar regolitos lunares, Corea ha instalado prototipos de exploradores en viejas minas de carbón. Este entrenamiento en terreno duro les ayuda a calibrar herramientas y evaluar robots que, algún día, podrían recolectar helio-3 o metales raros en la Luna.
Un curioso viaje de las profundidades terrestres a la superficie lunar.
Cohete propio y base en 2045
El KSLV-III, todavía en desarrollo, será el caballo de batalla para misiones lunares y, a medio plazo, marcianas. Con él, KASA pretende aterrizar un módulo humano en la Luna para 2040 y completar la “K-Luna Base” en 2045, un complejo de investigación y extracción de recursos.
Imagina un pequeño campus científico bajo cúpulas transparentes… al estilo tecnología coreana.
KASA: la NASA del kimchi
Creada en mayo de 2024, la KASA unificó bajo su paraguas al antiguo KARI y obtuvo respaldo gubernamental y privado. Su misión: situar a Corea del Sur entre las cinco potencias espaciales.
Además de la Luna, planea enviarnos a Marte en 2045 y desplegar un observatorio solar en L4 de Lagrange para proteger satélites y astronautas de “lluvias” de partículas cargadas.
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Una carrera global con sabor lunar
Corea del Sur no va sola: la Artemis de la NASA, la base conjunta de China y Rusia y la meta india de 2047 muestran que el siglo XXI será el del regreso al satélite. Pero con su hoja de ruta bien pegada al calendario, Corea aspira a ser uno de los protagonistas de esta nueva “economía espacial”.