En la Universidad de Gante, en Bélgica, un grupo de investigadores y artistas logró una impresionante hazaña científica y artística: reconstruir el rostro de Margaux, una mujer que vivió hace 10.500 años durante el periodo Mesolítico. El resultado es una figura realista que nos conecta directamente con nuestros ancestros prehistóricos.
La reconstrucción de Margaux no es solo un ejercicio visual. Es el resultado de una colaboración entre la ciencia y el arte, en la que participaron genetistas, arqueólogos y paleoartistas, con el objetivo de comprender mejor cómo vivían y cómo se veían los últimos cazadores-recolectores de Europa Occidental.
¿Quién era Margaux?
Margaux vivió en lo que hoy conocemos como Bélgica y tenía entre 35 y 60 años al morir. Su cráneo fue hallado en excelente estado de conservación, lo que permitió extraer una gran cantidad de ADN antiguo. Gracias a este material genético, los científicos pudieron determinar rasgos físicos como:
- Ojos azul claro
- Piel oscura
- Origen genético del grupo de cazadores-recolectores occidentales
New facial reconstruction from ancient bones confirms findings in England that Europe's first inhabitants were black, having migrated from Africa. This this the Margaux Woman from 10.5K years ago, discovered in Belgium's Margaux cave. pic.twitter.com/xjOUOwNVdE
— James Hall (@hallaboutafrica) July 13, 2025
Estas características son similares a las del famoso “Hombre de Cheddar”, un esqueleto de 10.000 años encontrado en Gran Bretaña.
El arte de devolver la vida
Aunque el ADN reveló muchos datos sobre Margaux, fue el talento de los hermanos Alfons y Adrie Kennis, paleoartistas neerlandeses, lo que dio vida al rostro reconstruido. Los Kennis son reconocidos por sus esculturas hiperrealistas de humanos prehistóricos, expuestas en museos de todo el mundo.
Ellos moldearon cada músculo facial en arcilla, agregaron detalles como una cinta decorada con plumas de pato y pigmento ocre, collares de dientes perforados y una expresión facial cargada de emoción. “La parte más importante de una reconstrucción es el carácter”, explicó Alfons Kennis.
Más que un rostro: una historia humana
Los investigadores no solo buscan mostrar cómo se veía Margaux. Su meta es hacer tangible la prehistoria, entender su genética, su vida cotidiana y su cultura. Por eso, los estudios continúan: ahora se analizan detalles como su alimentación y el entorno en el que vivió.