La actriz, comediante, cantante y animadora Rosita Velázquez falleció ayer lunes a los 75 años, dejando un legado entrañable en la televisión y la cultura popular puertorriqueña.
Hoy cumpliría sus 75 años de edad. Su deceso fue confirmado por la familia, a través de su prima hermana María García Díaz.
Nacida como Rosa Idalia Velázquez el 29 de julio de 1950 en Santurce, y profundamente identificada con la ciudad de Ponce, Velázquez brilló en múltiples facetas del entretenimiento local, especialmente en la comedia televisiva.
Durante sus años de estudiante universitaria residió con la familia de su prima en Carolina de donde era su familia materna. Su prima la recuerda como “una mujer excepcional”. García Díaz explicó que Rosita estuvo acompañada y cuidada por su hija y demás familiares hasta el momento de su deceso.
“Ella tenía un talento excepcional y así mismito era en el hogar, hacíamos reuniones familiares y cómo nos reíamos”, recordó su prima. Además, destacó el legado que deja la actriz. “Ella dejó una huella, dejó un legado. Hacía falta ese tipo de personaje”, destacó García Díaz al rememorar las comedias en las que se destacó Velázquez.
Su carrera comenzó en 1970 como parte del elenco de “Mi hippie me encanta” en Telemundo, donde compartió escena con figuras como Yoyo Boing, Margot Debén y Vicente Vázquez. A pesar de que en sus primeros años aseguraba sentirse más atraída por el teatro que por la comedia, el destino le tenía reservada una trayectoria en la que haría reír a generaciones de puertorriqueños, según reseña la Fundación Nacional para la Cultura Popular.
Graduada del Departamento de Drama de la Universidad de Puerto Rico, debutó en las tablas en obras como La Mandrágora, El efecto de los rayos gamma sobre la flor maravilla y Los de la mesa 10. Sin embargo, fue en la pantalla chica donde su talento se consolidó, especialmente a través de las comedias Esto no tiene nombre, Jajá, jijí, jojó con Agrelot y, más adelante, En casa de Juanma y Wiwi.
Durante la década de 1980, su personaje de “Gloria Notesmande” en Los Kakukómicos, como asistente despistada de Cuca Gómez (interpretado por Otilio Warrington “Bizcocho”), la convirtió en una de las favoritas del público. También se destacó como animadora en programas como Super Sábados, R con R, Fantástico y Domingo de Oro, donde compartió escena con figuras como Rolando Barral, Raúl Vale, Jorge Martínez, Héctor Marcano y Francisco Zamora.
Velázquez también tuvo una breve incursión en la música como parte del grupo de nueva trova Moliendo Vidrio con el Pecho, bajo la dirección de Gary Núñez.
A finales de la década de 1980, decepcionada por los rumbos de la industria televisiva y enfrentando problemas de salud causados por la poliomiositis, decidió retirarse del ojo público. Con entereza enfrentó su diagnóstico, y optó por una vida más tranquila, alejada de las cámaras, pero siempre recordada con cariño por su público.
Colegas, periodistas y admiradores han lamentado su partida, recordando su calidez, talento y capacidad de conectar con el pueblo desde la comedia más sencilla hasta la crítica social.
Rosita Velázquez deja tras de sí una huella imborrable en la historia del entretenimiento puertorriqueño.
La familia tendrá un servicio funerario en la zona metropolitana.