Mariah Carey ha vuelto a abrir una herida del pasado. En una reciente entrevista con Harper’s Bazaar UK, la diva del pop compartió cómo se siente hoy respecto a su primer matrimonio con Tommy Mottola, poderoso ejecutivo de Sony Music y actual esposo de Thalía. Aunque dijo haber hecho las paces con ese capítulo, reconoció que a veces sigue sintiéndose “enojada por esa época”. La frase, tan contundente como inesperada, ha generado múltiples reacciones, no solo por lo que revela, sino por a quién podría incomodar.
“A veces me siento enojada por ese momento”
La relación entre Carey y Mottola comenzó cuando ella tenía apenas 18 años, y él ya era una figura consagrada de la industria, 21 años mayor. Fue él quien descubrió su talento, apostó por su carrera y la llevó al estrellato. En apariencia, todo era un sueño. Sin embargo, detrás del éxito se escondía una realidad inquietante.
En sus memorias The Meaning of Mariah, y ahora en esta entrevista, la artista reveló que vivía bajo un control constante. “Era casi como estar en prisión”, llegó a decir en otra ocasión, haciendo referencia al aislamiento y la rigidez que sufrió durante esos años. Incluso apodó a su mansión de Bedford “Sing Sing”, en alusión a una cárcel de alta seguridad en Nueva York.
Aunque Carey ha dicho que intenta sobrellevar ese pasado con humor, también dejó claro que aún carga con cicatrices emocionales. “El humor es mi escape. Hago pequeñas bromas sobre lo que pasó porque, de lo contrario, cada día sería una historia triste”, expresó.
Una historia con ecos para Thalía
El matrimonio entre Carey y Mottola duró cinco años (1993-1998), pero marcó profundamente la vida de la cantante. Hoy, él está casado con Thalía, con quien tiene dos hijos. Si bien Mottola ha reconocido públicamente que su relación con Mariah fue “inapropiada”, también ha tratado de matizar lo ocurrido diciendo que sus intenciones siempre fueron buenas.
No obstante, el testimonio de Carey vuelve a poner el foco en el desequilibrio de poder y en las dinámicas controladoras que muchas mujeres han vivido, incluso en lo más alto del éxito profesional. Su voz, poderosa y sin filtros, incomoda porque revela verdades que durante mucho tiempo estuvieron silenciadas.
En una era en la que cada vez más figuras hablan abiertamente sobre relaciones abusivas, control emocional y poder, Mariah Carey se suma a ese coro con una frase sencilla pero demoledora: “A veces me siento enojada por ese momento”. Una confesión que, sin nombrarla, podría dejar a Thalía en una posición incómoda, enfrentada a un pasado que su actual esposo quizá preferiría olvidar.
Porque aunque han pasado décadas, las heridas no siempre cicatrizan del todo. Y cuando se trata de Mariah Carey, su verdad -por más incómoda que sea- sigue brillando con fuerza propia.