A partir del 20 de agosto de 2025, entrar a Estados Unidos como turista o por negocios podría costar hasta $15 mil dólares más para ciudadanos de ciertos países.
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El Departamento de Estado implementará un proyecto piloto que requerirá una fianza obligatoria para los solicitantes de visas B-1/B-2, con el objetivo de evitar que permanezcan más tiempo del autorizado.
La medida establece que los viajeros provenientes de naciones con historial elevado de estadías ilegales deberán pagar entre $5 mil y $15 mil dólares como garantía para que se respete el límite de permanencia establecido.
La fianza será devuelta solo si el visitante sale del país dentro del periodo permitido. En caso de incumplimiento, el monto será confiscado por las autoridades.
El programa tendrá una duración inicial de un año y podrá modificarse en función de los resultados y las tasas de cumplimiento.
Hasta el momento, no se ha publicado la lista completa de los países afectados, aunque el Departamento de Estado anticipó que esta podrá ser actualizada de forma periódica.
Esta política forma parte de una serie de medidas impulsadas por la administración del presidente Donald Trump para reforzar el control migratorio y reducir los casos de entrada legal con permanencia ilegal.
Recientemente, el mandatario también endureció las restricciones de ingreso para ciudadanos de diversas regiones de África, países musulmanes y gobiernos considerados afines a la izquierda, como Cuba y Venezuela.
Según cifras del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), durante el año fiscal 2023 se registraron alrededor de 565 mil casos de visitantes que se quedaron más tiempo del permitido, lo que representa un 1.45% del total de entradas legales.