Después de cuatro décadas de incertidumbre, la familia de Diego —un adolescente desaparecido en 1984 en Buenos Aires— finalmente obtuvo una respuesta: sus restos fueron hallados enterrados en una casa del barrio Coghlan, en una propiedad vecina a la que fue alquilada años más tarde por el músico argentino Gustavo Cerati.
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El hallazgo
El 30 de mayo de 2025, un grupo de obreros realizaba trabajos de demolición en un inmueble de la avenida Congreso 3700, cuando encontró una fosa improvisada con restos humanos y objetos personales: un reloj Casio con calculadora, un corbatín escolar azul, un llavero naranja, entre otros elementos que databan de los años 80.
La vivienda donde fue hallado el cuerpo se encuentra junto a la casa que Cerati habitó entre 2001 y 2003, lo que atrajo gran atención mediática al caso. Vecinos relataron que la casa tuvo varios usos: geriátrico, iglesia y vivienda privada.
La identificación
La Fiscalía Nacional Criminal y Correccional N.º 61 y el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) lideraron la investigación. Determinaron que los restos pertenecían a un varón de entre 15 y 19 años. Una prueba de ADN realizada a la madre de Diego confirmó la identidad del cuerpo.
El joven había salido de su casa rumbo a la vivienda de un amigo cuando desapareció. Su familia nunca dejó de buscarlo.
Muerte violenta y línea investigativa
Un informe preliminar de la Policía de la Ciudad señaló que el cuerpo presentaba signos de una muerte violenta. Se identificó una herida punzocortante entre la 4ª y 5ª costilla derecha y marcas en el fémur izquierdo, que evidenciarían un intento de desmembramiento.
Aunque la identidad de la víctima ya fue esclarecida y su familia notificada, las autoridades continúan con la investigación penal para determinar quién vivía en la propiedad en 1984, y esclarecer quién le quitó la vida a Diego y en qué circunstancias.
El caso se ha convertido en un símbolo de los cientos de desaparecidos sin resolver en Argentina, y devuelve a escena la importancia de los hallazgos forenses como acto de verdad y reparación para las víctimas y sus familias.