Los ministros de Exteriores de la Unión Europea reiteraron su respaldo a Kiev y la necesidad de mantener la presión sobre Rusia mediante sanciones, durante una reunión extraordinaria por videoconferencia a pocos días del encuentro entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el presidente ruso, Vladimir Putin, en Alaska para abordar la guerra en Ucrania.
“La unidad transatlántica, el apoyo a Ucrania y la presión sobre Rusia son las vías para terminar esta guerra y evitar futuras agresiones rusas en Europa”, afirmó la Alta Representante de la UE para Política Exterior, Kaja Kallas, en redes sociales. En la reunión participó también el ministro ucraniano de Exteriores, Andri Sibiga.
Los Veintisiete respaldan el esfuerzo estadounidense para lograr una “paz justa” en Ucrania, aunque no se pronunciaron sobre posibles concesiones territoriales a Rusia para frenar el conflicto. Subrayaron la necesidad de incrementar sanciones contra Moscú, intensificar el apoyo militar y financiero a Kiev, y avanzar en el proceso de adhesión de Ucrania a la Unión Europea.
Kallas destacó que la negociación debe garantizar el fin del conflicto sin abrir “una puerta a nuevas agresiones rusas”. “El derecho de Ucrania a existir como nación soberana está siendo atacado, al igual que la seguridad de Europa”, añadió.
La alta representante subrayó que Moscú debe aceptar un “alto el fuego total e incondicional”, por lo que las conversaciones no pueden partir de “ninguna concesión”. “Nunca funcionó en el pasado con Rusia y no funcionará hoy con Putin”, puntualizó.
En la misma línea, el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, pidió un “alto el fuego incondicional y verificable” como paso imprescindible para una paz “justa y duradera”. “Ucrania y la UE deben estar en la mesa de negociación. La agresión no puede tener recompensa”, insistió, rechazando cualquier cesión territorial ucraniana.
El ministro estonio, Margus Tsahkna, reiteró que no habrá concesiones al Kremlin. “Si un agresor consigue lo que quiere, solo se alimenta su apetito”, advirtió, y defendió no repetir la política de apaciguamiento aplicada con la Unión Soviética.
La ministra finlandesa Elina Valtonen recalcó que “no se puede alcanzar la paz sin Ucrania” y que Kiev debe fijar las condiciones que está dispuesta a aceptar. La ministra rumana de Exteriores, Toiu Oana, defendió una solución basada en el respeto a la soberanía, independencia e integridad territorial ucraniana, con la plena participación de Ucrania en las negociaciones y garantías sólidas para evitar nuevas agresiones.
El ministro húngaro Péter Szijjártó mostró una postura discordante, acusando a la UE de favorecer la guerra y boicotear la cumbre entre Trump y Putin. “Un acuerdo entre Estados Unidos y Rusia ofrece la mejor oportunidad para la paz. Por eso Hungría acoge con satisfacción esta reunión”, afirmó, y recalcó que la guerra se resolverá en la mesa de negociaciones, no en el frente.
Antes de la cita en Alaska, Kallas pidió que Trump y Putin tengan en cuenta los intereses de Kiev y Europa, y condenó cualquier escenario en el que Rusia consolide su control sobre territorios ucranianos conquistados. “El derecho internacional es claro: todos los territorios temporalmente ocupados pertenecen a Ucrania”, subrayó.
El miércoles, Trump participará junto al presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy y líderes europeos en una llamada convocada por el canciller alemán, Friedrich Merz. Sobre la cumbre en Alaska, Trump aseguró que permitirá “tantear el terreno” y reiteró que “en última instancia” pondrá a Putin y Zelenski juntos para resolver el conflicto.