Vogue ha dado un paso audaz y vibrante: por primera vez, su edición impresa incluye una modelo creada completamente por inteligencia artificial. Este suceso marca una nueva era en la moda, donde lo digital y lo editorial se entrelazan con fuerza, abriendo un abanico de emociones y reflexiones en todo tipo de público. La modelo IA, obra de Seraphinne Vallora, aparece en un anuncio de Guess con una presencia fascinante: rubia, impecable, vestida con un look floral y otro de rayas, posando con una elegancia casi de ensueño. Un pequeño texto, casi secreto, revela su origen: fue creada por IA, y eso ha encendido la mecha del debate global.
Las críticas
Las reacciones no tardaron en llegar. Muchas personas en redes denunciaron que ahora la comparación no es solo con cuerpos retocados, sino con seres que simplemente… no existen. “Como si los estándares de belleza no fueran lo suficientemente irreales, ahora las mujeres tendrán que competir y compararse con personas que no existen”, escribió una usuaria en X, sumando una voz que representa el sentir de muchas. Los expertos también alzaron la voz: Renzo Venturin, especialista en trastornos de la conducta alimentaria, advierte que estas representaciones pueden predisponer a problemas de imagen corporal. No es solo que sean inalcanzables: son inexistentes, lo que profundiza la desconexión con el cuerpo real y genera expectativas imposibles de cumplir.
Desde la industria, la polémica también encendió alarmas. La crítica principal: perpetuar cánones de belleza convencionales y artificiales, que invisibilizan la diversidad y el talento humano. Felicity Hayward, modelo de talla grande, calificó este recurso como “perezoso y barato”, señalando que erosiona derechos laborales y la lucha por la inclusión. Para ella, la belleza real debe reflejar la riqueza de cuerpos, edades, géneros y experiencias que existen en el mundo.
Pero el viaje no es solo de sombras: las creadoras de la campaña, Seraphinne Vallora, defienden que la IA no viene a reemplazar lo humano, sino a ofrecer nuevas formas de expresión. Aseguran que no se trata de una estrategia económica ni de simplificar, sino de expandir las posibilidades estéticas, llevando la creatividad a territorios inimaginables.
Nueva moda
Entre tanta tensión, también surge una oportunidad. La moda tiene ahora una ventana para repensar sus narrativas visuales, redefinir la belleza no como un ideal rígido, sino como una experiencia plural. El arte, la tecnología y la inclusión pueden caminar juntos. Quizás lo más inspirador sea imaginar un futuro donde diferentes cuerpos, reales o generados, cuenten historias diversas y llenas de humanidad.
En definitiva, Vogue no solo imprime una imagen: imprime una idea poderosa. Nos recuerda que la belleza puede ser un espacio de encuentro y creatividad, si somos capaces de cuestionar lo inalcanzable y celebrar lo auténtico. Este hito con IA abre un nuevo capítulo en la moda, y la conversación apenas comienza. ¿Te entusiasma el futuro donde lo real y lo virtual coexisten con respeto, diversidad y emoción?