El Centro de Investigación de Primates del Caribe, adscrito a la Universidad de Puerto Rico (UPR), fue señalado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, en inglés) por una violación crítica a la Ley de Bienestar Animal, luego de que 24 macacos rhesus escaparan de un corral en diciembre de 2024 porque la puerta lateral no fue asegurada correctamente.
De acuerdo con el informe de inspección federal, 17 animales fueron recapturados en las primeras horas, mientras que otros seis fueron atrapados en días posteriores y eutanasiados debido al riesgo de introducir patógenos en la colonia. Al momento de la inspección, realizada el 23 de julio de 2025, un mono aún permanecía desaparecido.
El USDA también documentó deficiencias estructurales en las instalaciones —paredes con pintura descascarada, pisos con losas rotas y bordes filosos— y problemas de control de plagas, al encontrarse entre 15 y 20 gatos alrededor de la clínica veterinaria y áreas de alimentos. Estas situaciones, según la agencia, representan un riesgo sanitario para los primates y deberán ser corregidas en los próximos meses.
Reacción de PETA
La organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA, por sus siglas en inglés) reaccionó enérgicamente a los hallazgos.
“No sorprende que los monos quieran huir del tormento que padecen en las instalaciones sórdidas de la Universidad de Puerto Rico, pero el último acto de descarada incompetencia, que permitió que 24 macacos rhesus se escaparan, es una muestra impactante que demuestra que el personal ni siquiera cumple con las tareas más básicas. Esa negligencia tiene un costo en vidas: seis monos están muertos, uno sigue desaparecido y miles más continúan encerrados, condenados a un mundo de dolor inútil en esos laboratorios”, expresó Amy Meyer, directora asociada de Campañas contra la Experimentación en Primates de PETA.
La organización recordó que en 2022 la UPR también fue citada por otra fuga que provocó lesiones a varios animales, y pidió a los Institutos Nacionales de Salud (NIH) que detengan el financiamiento millonario a la institución.
El USDA estableció como fecha límite el 22 de septiembre de 2025 para atender el control de plagas y el 30 de noviembre de 2025 para corregir las deficiencias en las estructuras de los encierros.
El informe federal se preparó el 28 de julio pasado, pero hasta el momento, la Universidad de Puerto Rico no ha emitido una reacción oficial a este informe que hpy hizo público PETA.