La mayoría de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, excepto Estados Unidos, reclamaron este miércoles que la hambruna en Gaza se detenga de inmediato, subrayando que “el tiempo apremia” tras la declaración oficial de hambruna en la gobernación central y norte del enclave palestino.
En un comunicado conjunto, 14 de los 15 Estados miembros afirmaron que la emergencia humanitaria debe abordarse sin demora y que Israel debe modificar su estrategia, destacando que los altos el fuego previos demostraron los resultados positivos que se pueden lograr.
Aunque Israel ha cuestionado el informe de Naciones Unidas acusándolo de manipulado, los países expresaron su confianza en la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC), que determinó la hambruna y alertó de su posible extensión a Deir al Balá (centro) y Jan Yunis (sur) hacia finales de septiembre.
Los miembros del Consejo enfatizaron que esta crisis es provocada por el hombre y que el uso del hambre como arma de guerra está prohibido por el Derecho Internacional Humanitario. Recordaron la necesidad de cumplir resoluciones del organismo, especialmente la 2417, sobre persecución legal de quienes empleen el hambre como táctica bélica.
Además, exigieron un alto el fuego inmediato, incondicional y permanente, instando a Israel a levantar todas las restricciones a la entrega de ayuda, abrir rutas terrestres y permitir operaciones humanitarias seguras y a gran escala por parte de la ONU y sus socios.
Los países también pidieron a Israel revocar la decisión de ampliar la ofensiva militar con el objetivo de tomar la ciudad de Gaza, advirtiendo que esta medida empeorará la situación humanitaria y pondrá en riesgo la vida de civiles y rehenes.