La representación claustral y estudiantil ante la Junta Universitaria de la Universidad de Puerto Rico (UPR) expresó este jueves su “indignación” por el alegado proceder de la presidenta, Zayira Jordán Conde, en su primera aparición frente al organismo.
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Según indicaron en declaraciones escritas, desde la primera reunión que sostuvieron con la nueva líder, observaron un patrón de actuación marcado por la evasión de procesos reglamentarios, la falta de apertura al diálogo y la toma de decisiones unilaterales.
Además, informaron que excluyó de la Junta Universitaria al vicepresidente en Asuntos Estudiantiles.
“Esta acción revela desinterés hacia los asuntos que afectan a la comunidad estudiantil y proyecta una visión que minimiza o ignora sus reclamos en el foro deliberativo más importante del sistema universitario”, argumentaron.
“A lo anterior, se suma la inclusión de personas ajenas a la Junta Universitaria en los comités de trabajo, ocupando espacios que corresponden legítimamente a administradores y representantes internos de la UPR, establecidos en la reglamentación”, agregaron.
Asimismo, detallaron que sus acciones alteran la composición colegiada del cuerpo, permitiendo que se convierta en “un instrumento para validar decisiones unilaterales de la presidenta y debilita su función como foro deliberativo”.
La representación claustral y estudiantil ante la Junta Universitaria también afirmó que la doctora está invisibilizando y menospreciando el esfuerzo de cientos de miembros de la comunidad universitaria tras presentar su cuadro institucional.
“Como si no se hubiese hecho nada en los últimos años y solo a partir de su gestión comenzará la verdadera acción. Esa premisa es totalmente falsa e ignora los sacrificios que la UPR ha tenido que asumir por décadas“, aseguraron.
Posteriormente, afirmaron que Jordán Conde brindó respuestas evasivas y tenía una actitud despectiva durante el encuentro.
“Lo ocurrido en esta reunión evidencia una postura distante, unilateral y alejada de los principios de gobernanza compartida que dan vida al espíritu universitario. La rendición de cuentas es un deber esencial en toda gestión pública y, con mayor razón, en una verdadera institución universitaria de la importancia y envergadura como la UPR. Este deber implica transparencia, responsabilidad y apertura a la evaluación constante”, sostuvieron.
Finalmente, hicieron un llamado a la comunidad universitaria; a la gobernadora de Puerto Rico, Jenniffer González Colón; al liderato gubernamental; y la ciudadanía sobre las implicaciones del liderazgo de la presidente aseverando que, en lugar de propiciar la colaboración, impone visiones unilaterales sin consideración al debate y la deliberación crítica.
“La presidenta de la UPR ha optado por escuchar solo a quienes ella quiere y no a sus cuerpos de gobernanza. Quedan confirmados nuestros temores: la escasa experiencia de la presidenta en ámbitos académicos universitarios anuncia consecuencias nefastas para el futuro de la UPR.
La Universidad de Puerto Rico merece una presidenta que respete la reglamentación, rinda cuentas de sus decisiones, atienda con seriedad los cuestionamientos de sus representantes y asuma con responsabilidad el deber de responder ante sus organismos colegiados”, añadieron.