El exastro de la NBA Carmelo Anthony, figura icónica del baloncesto y orgullo de la comunidad latina, fue exaltado al Naismith Memorial Basketball Hall of Fame en Springfield, Massachusetts, donde dedicó el reconocimiento a su difunto padre, Carmelo Iriarte, de raíces puertorriqueñas.
Anthony, de 41 años y diez veces seleccionado al Juego de Estrellas, recordó entre lágrimas a Iriarte durante su discurso de aceptación. “A mi padre, Carmelo Iriarte, Boricua. Dejaste este mundo demasiado pronto, pero nunca me dejaste a mí. Tu nombre es mi nombre, tu espíritu camina conmigo en cada paso que doy”, expresó visiblemente conmovido, arrancando gritos de aprobación cuando mencionó su herencia boricua.
"You gave a kid from the projects a passport to the world… I gave [the game] everything I had."
Carmelo Anthony gives thanks to the game of basketball and reflects on his career 👏
📺 Class of 2025 Enshrinement Ceremony on NBA TV pic.twitter.com/Ks2dtdbrBL
— NBA History (@NBAHistory) September 7, 2025
El padre del jugador, fallecido de cáncer cuando Anthony apenas tenía dos años, fue descrito por el exjugador como “poeta, activista y luchador”, cualidades que marcaron su vida aun en ausencia. “Tu sangre corre por la mía. Tu sueño vive a través de mí. Esta chaqueta del Salón de la Fama la llevo puesta por los dos”, afirmó.
Una carrera legendaria
Anthony saltó a la fama en 2003 al liderar a Syracuse University hacia el campeonato nacional de la NCAA en su primer año. Ese mismo año fue seleccionado como la tercera escogencia global en el draft por los Denver Nuggets, dando inicio a una carrera de 19 temporadas en la NBA que también incluyó pasos por los New York Knicks, Oklahoma City Thunder, Houston Rockets y Los Ángeles Lakers.
Con un promedio de 22.5 puntos por partido, Anthony se consolidó como uno de los anotadores más prolíficos de su generación, ocupando el puesto número 12 en la lista histórica de máximos encestadores de la liga con 28,289 puntos.
También fue parte de la histórica “Redeem Team” de Estados Unidos que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, conjunto que también recibió su exaltación colectiva en la ceremonia.
Orgullo boricua
Más allá de su legado deportivo, Anthony siempre mantuvo un vínculo con su herencia latina y en particular con Puerto Rico. En abril, al conocerse su selección al Salón de la Fama, prometió celebrar con los fanáticos hispanos. “A los fanáticos de habla hispana que están allá afuera, los amamos. Volvemos a Puerto Rico, volvemos a celebrar con todos nuestros latinos y latinas”, dijo entonces.
Ese compromiso lo ratificó en Springfield, al dedicar el momento más importante de su carrera a su padre y a la comunidad que representa. “Aunque no crecí contigo, crecí por ti. Me diste la primera lección de lo que significa cargar fuego y aun así hablar con gracia”, recordó en su discurso.
Anthony se convierte así en el más reciente latino en ser parte de la historia grande del baloncesto mundial, llevando consigo el orgullo boricua hasta el recinto de los inmortales.