Los desastres que ha enfrentado Puerto Rico en los últimos años no pueden entenderse únicamente como fenómenos naturales, sino también como hechos políticos.
Así lo subrayaron panelistas del Encuentro de Recuperación Justa 2025 organizado por Ayuda Legal, quienes advirtieron que los huracanes, terremotos y la pandemia han expuesto la fragilidad de la colonia y las desigualdades estructurales que limitan la recuperación del país. El encuentro y la discusión surge el mes en que se cumple el octavo aniversario de los huracanes Irma y María.
El panel “La colonia como desastre”, moderado por Ariadna Godreau Aubert, directora ejecutiva de Ayuda Legal Puerto Rico, contó con la participación de la catedrática de Derecho Yanira Reyes, el abogado y periodista Manuel de J. González y el secretario general del Partido Independentista Puertorriqueño, Juan Dalmau.
“La magnitud de un desastre depende de la vulnerabilidad que ya existe en una sociedad”, sostuvo Reyes. Explicó que el impacto en Puerto Rico ha sido mayor porque el país llega a cada emergencia con infraestructuras debilitadas, altos niveles de pobreza y un sistema político que no controla sus propios recursos.
Recordó que tras el huracán María, mientras otras islas caribeñas recibieron ayuda internacional, Puerto Rico tuvo que esperar por la declaración de desastre del gobierno federal y por permisos temporeros para flexibilizar las leyes de cabotaje. “No podemos planificar recuperación sin hablar de soberanía”, puntualizó.
Dependencia como política
González coincidió en que el problema no es solo el estatus, sino el colonialismo como sistema de dominio. Recordó que desde el Nuevo Trato en los años treinta hasta los fondos asignados después de María, los procesos de reconstrucción han reproducido dependencia y no desarrollo económico.
“El objetivo no es la reconstrucción, es la dependencia. Porque la dependencia produce gente sumisa”, expresó. A su juicio, la forma en que se conciben y administran los fondos federales busca perpetuar esa subordinación.
Dalmau, por su parte, recalcó que los fondos federales no deben verse como una dádiva, sino como parte de la responsabilidad de Estados Unidos tras más de 120 años de coloniaje. Señaló que el país ha servido como enclave geopolítico y mercado para corporaciones estadounidenses sin que la potencia asuma el costo de esos beneficios.
“Esos fondos deben considerarse reparación por el agravio colonial. Y en un proceso de transición hacia la descolonización deben manejarse como parte de una transición ordenada”, sostuvo.
Aprendizajes
Aunque coincidieron en que la colonia limita la recuperación, los tres panelistas destacaron aprendizajes positivos. Dalmau habló del “efecto Salcedo”, una metáfora para describir el momento en que Puerto Rico descubrió que podía sostenerse con brigadas comunitarias, cooperativas y redes solidarias.
Para González, la adversidad ha fortalecido la identidad nacional. Reyes añadió que emergió mayor conciencia sobre la pobreza, la vulnerabilidad energética y la necesidad de discutir abiertamente el tema racial en Puerto Rico.