Los retrasos en la aprobación de comunidades residenciales por parte del Servicio Postal de Estados Unidos (USPS, por sus siglas en inglés) han creado un patrón de incertidumbre que afecta a cientos de familias en la isla. El problema se traduce en una espera —que puede extenderse por años— para recibir correspondencia en sus hogares.
Luis Suárez, gerente de servicio de la empresa de desarrollos VRM Companies, explicó que el proceso comienza con la entrega de planos, fotos y ordenanzas municipales sobre la numeración de casas y calles. Pero aun cuando los desarrolladores cumplen con todos los pasos, la espera se alarga sin explicación. “Todo esto se somete para que ellos empiecen a trabajar con la aprobación. A veces, tras entregar los documentos, puede pasar un año o dos en la espera”, relató.
El problema, a su juicio, es la falta de uniformidad. “Cada postmaster tiene un libro diferente. En el caso de Vistas de San José, en Caguas, pidieron actualizar una ordenanza municipal a 90 días, lo cual no procede. Una ordenanza es final y firme, no expira”, denunció.
Precisamente, en Vistas de San José, el proceso comenzó en 2022 y, tres años después, todavía el USPS solicita documentos adicionales, como el plano final. El caso más grave fue Palacios del Mar, en Humacao, donde los primeros residentes esperaron más de cinco años. Aunque sometieron la documentación en 2019, no fue hasta 2024 que recibieron la aprobación oficial. El retraso fue tan significativo que el caso llegó a la oficina de la entonces comisionada residente, Jenniffer González Colón.
La directora ejecutiva de la Asociación de Constructores de Puerto Rico (ACPR), Nory Rivera, confirmó que se trata de un patrón. “Es de conocimiento público que el USPS enfrenta serias limitaciones presupuestarias y operacionales. Estos atrasos se han extendido por años en comunidades fuera de la zona metropolitana, con un impacto directo en la calidad de vida de los residentes”, señaló.
Impacto en la vida diaria
Mientras tanto, los residentes deben alquilar un P.O. Box (apartado postal), reorganizar su rutina según el horario de las oficinas postales y, en algunos casos, enfrentan atrasos en la entrega de facturas, documentos oficiales o medicamentos.
“Los residentes reciben información confusa e incluso incorrecta. Les dicen que el desarrollador no ha entregado los documentos, cuando no es cierto. Esto nos crea un problema porque tenemos un récord de cumplimiento, pero la oficina postal comunica otra cosa”, explicó Suárez.
Aunque reconoce que algunos empleados han colaborado y ayudado a encaminar trámites, los obstáculos burocráticos se repiten. Uno de los principales cuellos de botella es la instalación de cerraduras y llaves en los parcel boxes (buzones para paquetes). Los desarrolladores deben construir e instalar estas estructuras, pero USPS es responsable de colocar sus propias cerraduras y entregar las llaves. “Eso es lo que demora, la compra de esas cerraduras y esas llaves”, explicó Suárez.
Exigencias adicionales
Las normas actuales requieren la construcción de centros de acopio o cluster boxes, en lugar de buzones individuales. Estos deben cumplir con especificaciones del USPS: cerradura maestra instalada por la agencia, llaves para cada residente y acceso seguro a los parcel lockers.
Aun cumpliendo con estos requisitos, USPS no comienza a ofrecer el servicio hasta que más del 50 % del proyecto esté completado y ocupado. Y, superado ese umbral, surgen nuevas trabas: cambios en la numeración de calles o requisitos adicionales de rotulación. “Además del requisito de rotular las calles, el USPS exige que el 100 % de las viviendas estén numeradas antes de elevar la solicitud a sus oficinas centrales”, precisó Rivera.
La falta de comunicación también ha sido un reto. “La ACPR incluso ha tenido que viajar a Washington, D.C. para llevar nuestros reclamos directamente”, añadió la directora.
La versión del correo
Consultada sobre los atrasos, la agencia respondió que cada caso es distinto y que su prioridad es la seguridad del correo. “En el caso de la comunidad Vistas de San José, la gerencia postal local está al tanto del asunto y continúa trabajando con todas las partes involucradas para lograr una solución adecuada”, estableció USPS en declaraciones escritas.
Mientras tanto, recordó que los residentes pueden recoger su correspondencia en la oficina postal del municipio. “Nos disculpamos con nuestros clientes por cualquier inconveniente y agradecemos su paciencia”, añadió la agencia.
Un problema más allá de Puerto Rico
La situación no se limita a la isla. A nivel nacional, USPS enfrenta pérdidas millonarias y ha tenido que rediseñar su estructura para recortar gastos. Según reportó The Hill, en mayo de 2025 la agencia registró pérdidas netas de $3.3 mil millones en un solo trimestre. En varios estados, también se han documentado atrasos en comunidades nuevas por falta de cerraduras y candados de seguridad.
Rivera advirtió que la situación refleja un deterioro mayor. “Estos atrasos no solo encarecen la operación para los desarrolladores, sino que minan la confianza de las familias que esperan comenzar una nueva vida en sus hogares. En un país donde la vivienda ya enfrenta múltiples retos, el acceso al correo no debería ser uno más”, puntualizó.