Casimiro De Lemos Francisco, ciudadano portugués de 56 años, fue condenado a casi siete años de prisión en Inglaterra tras ser descubierto intentando contrabandear 12 kilos de cocaína ocultos en su silla de ruedas eléctrica.
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El hecho ocurrió el pasado 30 de marzo en el aeropuerto de Mánchester, cuando agentes de la Fuerza Fronteriza lo detuvieron después de arribar desde Bridgetown, Barbados. Durante la inspección, se hallaron 11 paquetes de droga escondidos en el respaldo del asiento. El cargamento de cocaína, clasificado como droga Clase A, tenía un valor en la calle estimado en 880,000 libras esterlinas (aproximadamente 22 millones de pesos mexicanos).
Estrategia criminal
De Lemos Francisco, originario de Guimaraes, Portugal, admitió ante el Tribunal de la Corona de Mánchester el delito de contrabando. En su primera declaración intentó justificarse alegando desconocer el contenido de su silla y responsabilizando a un supuesto amigo.
Investigaciones de la Agencia Nacional contra el Crimen (NCA) revelaron que el grupo criminal detrás del envío había colocado incluso un dispositivo de rastreo en el compartimento de la batería de la silla de ruedas para monitorear el traslado de la droga.
Segundo caso en la misma semana
Este es el segundo caso en Inglaterra durante la misma semana en que se utiliza una silla de ruedas motorizada para contrabando de drogas. Días antes, un hombre de 71 años, identificado como Ronald Lord, fue sentenciado a seis años de cárcel por intentar ingresar 8 kilos de cocaína valorados en poco más de USD 800.000 a través del aeropuerto de Gatwick.
Charles Lee, oficial superior de investigación de la NCA, calificó estos métodos como “particularmente aborrecibles”, resaltando que las organizaciones criminales “intentan cualquier cosa para ingresar drogas” al Reino Unido.