Sabemos que el Modo Dios suena a algo sacado de Doom, GTA o algún juego donde los códigos te hacen invencible. Pero, sorpresa: Windows también tiene uno, y aunque no lanza rayos ni te vuelve todopoderoso, te da acceso instantáneo a cientos de funciones escondidas del sistema.
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No, no flotarás por el escritorio. Pero sí podrás saltarte montones de menús, submenús y clics innecesarios con un solo atajo. Y eso, en el mundo Windows, sí que es un súperpoder.
¿Para qué sirve el “Modo Dios”?
Piensa en él como un centro de control oculto donde puedes gestionar todo: desde el rendimiento de tu PC, hasta la configuración de red, dispositivos, opciones de energía, desinstalación de programas, y más. Es como tener todas las herramientas administrativas reunidas en un solo lugar.
¿Quieres ajustar tu plan de energía? ¿Ver todos tus dispositivos conectados? ¿Modificar el comportamiento del ratón o cambiar opciones del teclado? Todo eso (y mucho más) está a un clic.
¿Cómo activar el Modo Dios?
No necesitas trucos, ni programas raros. Solo haz esto:
- Haz clic derecho en el escritorio y selecciona Nuevo > Carpeta.
- Renombra la carpeta con este texto exacto:
GodMode.{ED7BA470-8E54-465E-825C-99712043E01C} - Una vez hecho, el icono cambiará automáticamente a uno del Panel de Control. Si no lo hace de inmediato, espera unos segundos.
- Haz doble clic… y ¡voilá! Se abrirá una lista gigantesca de opciones y configuraciones.
¿Es seguro usarlo?
Sí, totalmente. No vas a romper nada (salvo que actives algo sin saber qué hace). Pero como siempre: si no estás seguro de una opción, mejor investigarla antes. No es magia negra, pero sí es un acceso directo a zonas de poder del sistema.
¿Y realmente es útil?
Mucho. Es perfecto para usuarios curiosos, técnicos o quienes odian perder tiempo navegando por configuraciones. Si hay algo que tocas seguido en el sistema, aquí lo encontrarás más rápido que usando la búsqueda de Windows.
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Con este truco, tu escritorio no tendrá poderes sobrenaturales… pero tú sí parecerás un gurú del sistema operativo.