El Departamento de Educación (DE) anunció el inicio de un proyecto de reforestación escolar que busca transformar los planteles públicos en espacios más “sostenibles, resilientes y adaptados” a los retos del cambio climático.
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La iniciativa surge como respuesta a la ola de calor extremo que afecta a las comunidades educativas y se desarrollará en alianza con el Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico, a través del Servicio de Extensión Agrícola (SEA).
La Escuela Ecológica José De Diego, en Dorado, será el plantel piloto de este esfuerzo. Allí se sembrarán especies nativas y resistentes como almácigo, malagueta, roble rosado, maga y vomitel colorado, seleccionadas por su valor ecolológico y capacidad de adaptación. Estas áreas verdes proveerán sombra natural para estudiantes, maestros y comunidades escolares.
El proyecto también integrará la educación ambiental al currículo, fomentando el aprendizaje al aire libre y la participación comunitaria. Para reforzar ese componente, cada árbol contará con un código QR que permitirá a los estudiantes y visitantes acceder a material educativo sobre la especie y su valor ecológico. La iniciativa contempla, además, la creación de clubes 4H, experiencias de aprendizaje práctico (WBL, por sus siglas en inglés) y acceso a estaciones experimentales agrícolas para que los jóvenes desarrollen destrezas en proyectos sostenibles.
El secretario de Educación, Eliezer Ramos Parés, destacó que la reforestación escolar forma parte de un plan más amplio de medidas para enfrentar el calor en las escuelas, que también incluye ajustes de horario, instalación de sistemas de ventilación y apoyo de expertos en seguridad y salud ambiental.
La gobernadora Jenniffer González Colón, por su parte, expresó respaldo a este tipo de estrategia que “fomenta una cultura de respeto y compromiso con el medioambiente entre las nuevas generaciones”.
El DEPR subrayó que el proyecto es el inicio de una transformación a “largo plazo que incluye mantenimiento de las especies sembradas y acciones de seguimiento para garantizar la sostenibilidad de las comunidades escolares frente al cambio climático”.